Capítulo 10: "Mujer misteriosa"

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Pov Callie
Había pasado una semana desde la pelea con Arizona, ella no atendía mis llamas, no me contestaba los mensajes y cuando venía a equitación me ignoraba por completo.

Me sentía tan mal por haber sido así con ella que hasta bloqueé de todos lados a Erica.

Era viernes por la tarde cuando recibí una llamada de April.

— Callie, no quiero molestarte pero es que en verdad creo que debes saber esto...— carraspeó— Desde hace tiempo una mujer está viniendo a ver a los niños y les da clases, ella me pidió que no te lo diga pero me parece muy rara.

Corté al instante la llamada y salí hacía el orfanato, eso me daba muy mala espina. Podría ser una asistente social, ellas siempre me molestaban porque creían que los niños no tenían los cuidados esenciales.

Llegué lo más rápido que pude, bajé del auto casi corriendo y toqué la puerta de la casa.

April me abrió confundida.

— ¿Dónde está?— pregunté apresurada

— En el patio con los niños

Salí apresurada hasta allí hasta que me encontré con la escena más tierna de todas la cual hizo que mi corazón se estrujara.

La mujer misteriosa era Arizona, ella estaba sentada en el césped leyendo con los niños mientras ellos la abrazaban, algunos estaban recostados en sus piernas, otros en su espalda y Sofia estaba haciéndole pequeñas trenzas en el pelo.

— ¿La conoces?— preguntó April detrás de mi

Asentí con una sonrisa en mi rostro, ella al parecer estaba contando una historia graciosa ya que hacía distintas voces para los diferentes personajes.

En un momento los niños empezaron a reír. Me llené los ojos de amor cuando la ví sonreír, era tan perfecta...

No estaba muy segura de como me sentía pero sabía que era algo lindo.

Ella levantó ligeramente su mirada encontrándose con la mía, su sonrisa se borró y dejó caer sus ojos nuevamente sobre la hoja mientras suspiraba.

— Creo que ya debo irme— les dijo a los niños

— No— dijeron al unísono mientras estiraban la "o"

— Creo que llegó alguien más— me apuntó con la cabeza y los niños salieron corriendo hacía mi para abrazarme.

Ella se levantó del césped mientras tomaba sus cosas. Se acercó lentamente hacía mi con intenciones de irse.

— Niños ¿Por qué no van a decirle a April que les dé la merienda?

Ellos corrieron felices hacía adentro mientras que yo me quedé mirando fijamente a la rubia.

Ella carraspeó.

— Debo irme— intentó pasar pero la detuve

— Eres tu... Tú eras la donadora anónima— sonreí apenas

Ella levantó su mirada.

— Si... Era yo, debo irme Calliope— nuevamente intentó pasar pero la tomé del brazo suavemente y me acerqué a ella

— No sabes cuánto lamento todo lo que te dije aquel día, estaba confundida— susurré— No te das una idea de lo mucho que te extraño, yo también comencé a quererte Arizona

Ella me miró directo a los ojos.

— ¿Comenzaste a quererme?— negó— Tu me lastimaste, lo siento

— Arizona por favor— le supliqué

— Debo irme, tengo planes Calliope— ella quitó mi agarre de su brazo y salió.

Pov Arizona
Realmente quería que me tragara la tierra, ¿Cómo rayos me había encontrado? Había estado tan tranquila hasta que ella llegó...

Me dolía verla, ella me pedía disculpas cada que podía pero es que simplemente no podía perdonarla, necesitaba tiempo.

Llegué a casa y fui directo a la ducha, la necesitaba más que a nada en estos momentos.

Esta noche saldría a un bar y necesitaba estar despabilada.

Para esta noche elegí ponerme un traje de color vino. Los pantalones eran más anchos en los pies mientras que la camisa que llevaba debajo del blazer era negra, lo convine con unos zapatos blancos y una cartera pequeña del mismo color.

Dejé caer mi cabello suelto sobre mis hombros. Me maquillé ligeramente y salí de casa, debía encontrarme en el bar con mis amigos.

Llegué al lugar con una enorme sonrisa por verlos, estaban ahí Alex, Jo, Eliza y Amelia, la cuál había llegado hace poco.

Corrí hacía ella y me le tiré prácticamente arriba, la abracé fuerte. Era mucho lo que la había extrañado.

— Te he extrañado mucho— sonreí

— Y yo a ti rubia— ella volvió a abrazarme

Comenzamos a hablar como locas acerca de todo lo que había pasado en nuestras vidas en estos últimos años.

Tenía una sonrisa gigante hasta que giré mi mirada ligeramente y me encontré con los ojos de aquella morena, Calliope también se encontraba en el bar con Addison, un hombre más y dos mujeres que no conocía.

Volví rápidamente mi atención hacia mi amiga la cual no paraba de hablar. Nos acercamos hacía la barra y tomamos algunos tragos.

Sentí una mano en mi cintura, me giré con la esperanza de que sea Callie pero fue todo lo contrario. Me encontré con Eliza la cual me observaba con una sonrisa.

Mi mirada fue a parar a Callie la cual nos observaba atentamente, tragué saliva nerviosa.

Eliza se acercó a mi oído para hablarme.

— ¿Que dices si vamos a mi departamento?— mordió el lóbulo de mi oreja

Pero en vez de prenderme me asqueó, ella se había querido propasar conmigo antes y eso me había dejado molesta con ella.

Puse mi mano en su pecho y la alejé lentamente.

— Creo que no— bajé la mirada pero nuevamente la subí para encontrarme con sus ojos verdes— Ya no te quiero Eliza

Ella frunció el ceño enojada, rápidamente tomó mis muñecas con fuerza y la atrapó mientras acercaba su rostro al mío.

— Tu siempre vas a quererme Arizona, eres una puta mierda de persona. Nadie más que yo va a soportarte

— Me estas lastimando Eliza...

— Me importa un carajo, ahora vas a levantar tu trasero de la silla y vamos a ir a mi departamento para tener todo el sexo que yo quiera— susurró enojada

Intenté liberar mis muñecas de su agarre pero se me era imposible.

De la nada una voz sacó de órbita a Eliza.

— Me parece que esas no son formas de tratar a una mujer— tomó las manos de Eliza y las quitó.

— ¿Por qué mejor no te vas?

Eliza nos observó confundida pero finalmente se fue.

— Gracias Calliope— susurré

— No es nada— ella tomó mis manos entre las suyas para lograr ver mis muñecas— Que animal...— ella tomó mi mano— Necesito hielo para que no hinchen

— ¿Puedes llevarme a casa?— dije con un hilo de voz

Ella asintió y rápidamente me sacó de ahí.

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