Pov Callie
Me puse de pie como pude y tiré la puerta abajo, todo estaba negro y no se alcanzaba a ver muy bien.— Arizona!— grité mientras lloraba— Por favor, contéstame!
Sentí ruidos en alguna parte de la habitación, iba a entrar pero Carina me tomó en brazos.
— Puede ser muy fuerte Callie... Espera a la policía
Negué.
— Debo entrar— me solté y llegué hasta el baño, la puerta estaba trabada.
Le di un fuerte golpe y entré. Caí nuevamente de rodillas al piso.
— Por dios!— lloré y me acerqué gateando hasta Arizona, la abracé con fuerza contra mi pecho— Pensé que habías muerto— besé su frente
— Calliope— susurró— Estoy bien— sonrió débilmente
— Estaba muerta de miedo— me giré a ver el cuerpo de Eliza— ¿Qué le ocurrió?
— La dejé inconsciente— rio apenas— Se lo merecía
Asentí y la tomé en brazos.
— Salgamos de aquí— comenzamos a caminar hacia la puerta
Carina nos observó y comenzó a llorar, corrió hacía Arizona y la abrazó fuerte.
— Pensé que habías muerto— lloriqueo— No hagas nunca más eso— lloró en su pecho mientras Arizona le acariciaba el cabello
— Debo llevarte al hospital— rompí el silencio por fin
— Estoy bien— susurró— Solo necesito dormir
— ¿Dónde está?— preguntó la policía a Arizona
— En el baño
Ellos corrieron hacia adentro.
— Carina, encárgate de que la lleven a un psiquiátrico. No quiero que vaya a la cárcel
Carina asintió y comenzó a hacer llamadas, llevé a Arizona hasta afuera y la subí a mi auto.
— Vamos al hospital, quiero que te chequeen
— Estoy bien
— No, no lo estás! Acabas de tener un collar bomba— comencé a llorar— Casi mueres— grité
Ella me abrazó con fuerza contra su pecho y comenzó a acariciar mi cabello y cuello.
— Vamos a casa Calliope— susurró— Ya no quiero apartarme de tu lado
Asentí, la tomé del rostro y me quedé observándola a los ojos.
— ¿Ella te hizo algo?— negó— Porque si esa mujer te tocó un pelo, voy a entrar y voy a matarla entendiste?
Ella asintió y acercó sus labios a los míos, solo rozándolos.
— Estaba esperando a vivir para poder besarte por última vez— finalmente selló nuestros labios
Nos necesitábamos, ambas estábamos asustadas y queríamos estar así para siempre.
— Llévame a casa— suplicó
[...]
Llegamos a casa de Arizona, ella subió cuidadosamente hasta el departamento y me observó una vez que estábamos en la puerta.
— ¿Vas a quedarte conmigo?— preguntó tímida
Asentí con una pequeña sonrisa.
— Muero de sueño, fue un día duro
Tomé sus manos entre las mías.
— Aún no logro entender cómo es que saliste ilesa— negué
— Detrás del collar había un botón, al presionarlo pareciera que la cuenta regresiva se retrasó... Tomé el botón que tenía Eliza en sus manos y pude quitarme el collar— se sentó en el sofá— Pero no podía dejarla morir por lo que la arrastré hasta el baño conmigo y ahí fue cuando explotó
Suspiré.
— No sé que hubiera hecho si tú...
— Ni lo digas— susurró y se acercó a mí— Yo solo podía pensar en ti cuando todo esto pasaba, en como es mi vida contigo— ella acarició mi mejilla y sonrió apenas— No quiero que peleemos por esto Calliope... Carina no significa nada para mi y tampoco me acosté con ella, hace muchos meses que no lo hago
Sonreí y deposité un beso en sus labios, uno lento y dulce.
— Muero de sueño, ¿Ya podemos ir a dormir?
— Claro— tomé su mano y caminamos hacía la habitación
Ambas nos recostamos en la cama, Arizona me había prestado una sudadera grande que llegaba a tapar hasta mi trasero.
Arizona tenía su rostro cerca de mi, nos estábamos observando y analizando... Ella era preciosa, tenia unos ojos únicos y una piel brillante y sedosa.
— Estás preciosa
Ella sonrió y se acerco aún más a mi, colocó su rostro en mi cuello.Me abrazó con sus brazos y piernas, mientras que mis manos fueron a parar a su cintura.
— Me has hecho toda una cursi Calliope Torres— susurró en mi oído— Me gusta lo que has creado
Sonreí apenas.
— A mi también me gusta... Tú me gustas, seas como seas
Pov Arizona
Por la mañana desperté agitada, había tenido una pesadilla horrible.Me giré y ahí estaba mi dulce morena, me acurruqué en ella mientras sentía como latía su corazón.
Calliope me había cambiado tanto que ni yo me reconocía, eso me daba miedo. Temía por si algún día ella me dejaba, ¿Qué se suponía que haría? Llorar hasta deshidratarme...
Jamás me había sentido tan atada a una persona, nunca había tenido una conexión así, como tampoco había tenido una relación en la que no hayamos tenido sexo en la primer cita.
Todo esto para mi es nuevo, y temo salir lastimada por abrir así mi corazón.
— Buenos días— susurré al ver que la morena estaba despertando
— Buenos días— sonrió apenas— ¿Cómo dormiste?
— Solo tuve una pesadilla por lo de ayer, pero me siento bien— sonreí apenas— Gracias por lo de ayer
— No debes darme las gracias, tu eres muy especial para mí. Si algo te pasaba...
— Pero nada pasó— concluí— ¿Vas a quedarte a desayunar?
— ¿Es una invitación?— subió sus cejas bromeando
— Si
— Entonces si, ¿Hoy irás a equitación?
— ¿Tu me darás clases?
— Como siempre— me abrazó por la cintura
— Entonces si— acerqué mis labios a los de ella y nos fundimos en un lindo beso
Ella apretó mi cintura y me acercó a ella, haciendo que el beso pasara a algo más pasional y carnal.
Mi respiración comenzó a acelerarse al igual que mi corazón.
— Calliope— intenté volver mi respiración a la normalidad— Debemos desayunar
Ella asintió y salimos de la cama.
———
Los estoy haciendo esperar mucho? jajs
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Little Talks
أدب الهواةArizona Robbins, hija de uno de los empresarios más importantes del país. Comienza sus clases de equitación cómo todos los años, se lleva una gran sorpresa al saber que su mentor, Carlos Torres, se retira por lo que se necesita un reemplazo. Para su...