Little Talks

Capítulo 29: "Guerra"

Pov Arizona
April me había convencido de ir a la estancia, quería tener una charla con Calliope acerca de lo que habíamos hablado con la pelirroja.

Entré al lugar llena de preguntas pero también con respuestas, al llegar noté que no había nadie.

Fruncí el ceño confundida pero también molesta.

— ¿Aquí nadie trabaja?— grité molesta

No recibí respuesta alguna.

— ¿Están jugando a las escondidas y no me invitaron?— reí sola— Que malos son— tomé un café del mostrador y unas hojas con información para mi

Me parecía demasiado raro no ver a nadie.

No me interesó mucho que no hubiera, por lo que entré en mi oficina, mi café cayó de mis manos directo al suelo.

— ¿Qué haces aquí?— dije seria y molesta

— ¿Me extrañaste?— sonrió el hombre sentado en mi silla.

Habían dos matones a cada lado de él, con armas.

Pov Calliope
Con Addison nos escondimos detrás del mostrador, comencé a rezar para que la rubia no se presentara.

Por alguna razón, ella decidió venir hoy. Sentí sus pasos, por lo que iba a ponerme de pie.

Addison rápidamente me tomó del brazo y me dejó donde estaba.

— Callie, espera— susurró

— ¿Aquí nadie trabaja?— gritó Arizona molesta

Nadie respondió.

— ¿Están jugando a las escondidas y no me invitaron?— rio— Que malos son.

Tomó algo del mostrador y rápidamente salió en dirección a su oficina.

Mierda, ellos estaban ahí

Sin importar qué, salí detrás de ella, corrí hacía su oficina y vi el charco de café en sus pies. Subí mi mirada rápidamente para encontrarme con una Arizona molesta y tres hombres frente a ella, del lado de su escritorio.

— Dime ¿Qué haces aquí?— gritó molesta

— ¿Quién es él?— susurré

Arizona se giró a observarme llena de pánico.

— Calliope...

— Soy Christopher, su marido

Me quedé en un completo estado de shock.

¿No se suponía que Arizona era lesbiana?

Creo que siento mis piernas frágiles, como si fuera a caer.

— Eso no es cierto— comentó Arizona molesta

Pronto, el hombre se hecho a reír desenfrenadamente.

Vaya que estaba loco.

— Es solo un estúpido que se cree medio rico porque le dejaron la herencia— añadió la rubia

— ¿Entonces que hace con armas?

— Es que el cabrón se siente el mismísimo presidente— río irónica, ella se apoyó en su escritorio, con sus brazos.

— Y vaya que fue una linda bienvenida

— Asustas a mi personal Christopher, ¿Que diablos quieres aquí?— gruñó

— Quiero hacer una compra— él subió sus pies a la mesa

— No hay nada que vender— dijo Arizona en seco