{HISTORIA TERMINADA}
Aquella rusa que llegó a Cruz del Sur no era una presa cualquiera, y Zulema Zahir lo sabía bien.
Lo que no esperaba era que fuera a romper todos sus esquemas.
[Zulema por oc femenino]
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Se despierta con la sensación de que algo no va bien. El vacío en su interior se lo demuestra. Trata de abrir los ojos pero no es capaz. Siente que una fuerza superior a la propia la obliga a mantenerse con el cuerpo pegado a la cama. Intenta escuchar el mundo que le rodea, pero se encuentra con el silencio.
"Tal vez esté soñando", piensa. Pero no, no está soñando. Está perdida en su interior y no tiene modo de salir. Cuando se quiere dar cuenta ha vuelto a quedarse dormida.
Los días van pasando y sigue en ese estado de semiinconsciencia. Hay momento en el que le parece escuchar una voz familiar, pero no cree que eso sea más que un sueño.
Esos días se convierten en semanas, y se cumple un mes y medio. Un mes y medio en el que ella sigue ahí, ajena al caos que se arremolina a su alrededor. Ajena al dolor de las personas que esperan ansiosas a que despierte. Aunque ese día parece no llegar nunca. Hasta que llega.
Primero abre un ojo, con cautela y con la sensación de que la luz que la rodea es demasiado para ella. Cuando siente que se ha acostumbrado abre el otro. Mira a su alrededor y se da cuenta de que está en una de las habitaciones de su casa en Rusia. Frunce el ceño ligeramente mientras se incorpora con calma. No recuerda como ha llegado ahí.
Sale de la cama y apoya ambos pies sobre el suelo. Coge fuerzas para incorporarse pero las piernas le fallan y vuelve a quedar sobre el colchón. Intenta hacer memoria de lo que ha pasado, pero ninguna imagen acude a su mente. Es como si se hubiera dormido siendo una persona, y despertado siendo otra completamente distinta.
Vuelve a intentar ponerse en pie y esta vez lo consigue. Da un par de pasos de forma tambaleante y se detiene frente al espejo. Nota su cuerpo más delgado que de costumbre, con la cara excesivamente fina para su gusto. Su pelo ha crecido con sorprendente rapidez, llegando a la altura media del omoplato. Inclina la cabeza para fijarse en su rostro y hay algo que le sorprende. Siente que aparenta más años de los que realmente tiene.
Vive perdida en sus pensamientos durante varios minutos, hasta que el ruido de una puerta abriéndose la distrae. Se gira para encontrarse con Paolo, que la mira sorprendida al encontrarla despierta. Corre a su encuentro para abrazarla y ella corresponde al gesto con cierta duda.
