{HISTORIA TERMINADA}
Aquella rusa que llegó a Cruz del Sur no era una presa cualquiera, y Zulema Zahir lo sabía bien.
Lo que no esperaba era que fuera a romper todos sus esquemas.
[Zulema por oc femenino]
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- Esta falda me parece una ofensa hacia mi persona - Anastasia levantó la prenda de ropa hacia Saray, que sacudió la cabeza con una sonrisa.
Las habían llamado a todas a declarar en el juicio que se celebraba por la fuga. Zulema ya había terminado de arreglarse, y miraba hacia Macarena con fijeza.
- Es una pena lo de Casper, ¿verdad, chicas?
Todas se giraron para mirar a la mora, que acababa de hablar.
- Si, una pena muy grande - coincidió la gitana.
- Su suicidio fue algo muy duro para todas, aunque en el fondo nos lo esperábamos.
Anastasia terminó de abrocharse la falda y se sentó en el banco para ponerse unos zapatos de tacón, mientras observaba todo lo que sucedía con atención.
- Claro - siguió Saray - Es que lo iba a hacer tarde o temprano, ¿sabes? - miró a la rusa - La pobre chica tenía un problema...
- No fue un suicidio, lo que yo vi fue otra cosa - la rubia no tardó en hablar.
La mirada de la rusa se dirigió a Macarena.
- ¿Qué más da lo que tu vieras? - Zulema se acercó a ella - Somos amigas, y las amigas nos ayudamos - susurró - Nos felicitamos los cumpleaños - le dirigió una rápida mirada a Anastasia - Nos escapamos juntas...
- Asesinaste a Casper de un tiro en la cabeza.
Zulema rodó los ojos.
- Yo no tenía ningún motivo para matar a Casper. Fuiste tú quien mató a Nerea - la rusa frunció el ceño, hasta que comprendió que esa tal Nerea era la mujer que había muerto del golpe en la cabeza - Y ese cabezazo está grabado. Pero yo te puedo ayudar. Sólo tienes que repetir conmigo "Casper se voló la cabeza, que pena".
- Qué pena - exclamaron Saray y Anastasia al mismo tiempo, mirándose con diversión.
- Yo tengo ninguna razón para hacer eso.
- Si, si la tienes - a Zulema estaba empezando a acabársele la paciencia - Saray, Tass y yo somos tus únicas testigos, si no te ayudamos te caerán 30 años. Y de esta sí que no te vas a librar.
