Haberme enterado de tal cosa sin duda era lo que menos había esperado, mi mundo se había convertido en una incógnita que no comprendía, y a su vez, resultaba estimulante. Esos chicos tan extraños, Jungkook y Taehyung, se habían llevado gran parte de mis pensamientos desde el día anterior, pese a que me esforzaba, simplemente no lograba entenderlos.
Jungkook había iniciado una guerra conmigo sin razón alguna, y además de eso intentaba eliminarme con sus acciones, quería deshacerse de mí. ¿Acaso me veía como una amenaza? ¿Por eso quería que me fuera de la academia? Sin embargo, ese hecho tan simple sólo logró hacerme enojar, él me había desafiado de la peor manera, se había atrevido a meterse no sólo conmigo, sino también con Hana.
Ah, pero Jungkook tendría su respuesta, tan sólo debía esperar un poco más.
Y por supuesto, Taehyung estaba involucrado en ese problema, pues según su conversación me había dado cuenta de que él ya lo sabía, sabía que Jungkook haría algo en mi contra y lo permitió. No obstante, ese asunto perdía cualquier relevancia ante lo que había sucedido en la biblioteca, quería verlo de esa manera, concentrarme en el verdugo y olvidar a Taehyung, pero en ocasiones volvía a recordarlo y la ira actuaba por mí.
Esos dos aprenderían a no meterse conmigo.
—Por lo tanto, señorita Jeon. ¿Está de acuerdo? Antes de dar mi autorización necesito su respuesta —habló la maestra sacándome de mis pensamientos.
La observé con el ceño fruncido y sin tener la menor idea de qué estaba hablando, observé alrededor en busca de ayuda, pero los estudiantes me miraban con expectación. La clase de literatura era tan aburrida que me dedicaba a pensar, perdiendo totalmente el interés en la enseñanza.
—¿Mi respuesta de qué? —pregunté con despreocupación.
—Supongo que Kim piensa que nosotros no somos lo suficientemente dignos de tener su atención —comentó Sun, haciendo acto de presencia y viéndome con desagrado.
Fue entonces cuando me di cuenta que ella estaba de pie junto al escritorio de la maestra.
—Ganarías mucho dinero leyendo mentes, Sun. Pero no hables tan rápido, no me da tiempo de ignorar todo lo que dices —contesté causando algunas risas en el salón.
—Le decía, señorita Jeon —intervino la maestra haciendo una mueca de incomodidad—. Que en una semana realizaremos un evento muy importante para la academia, el aniversario de la muerte de nuestro fundador, Dai Springs.
—Ah, sabía que algún día iban a celebrar el día del imbécil —murmuré entre dientes.
—Por eso, y como es costumbre en la academia, luego de rendir homenaje a nuestro fundador, los alumnos serán dirigidos al salón del casino, el cual será preparado por uno de los organizadores —dijo la maestra.
—Y usted quiere que yo sea parte de los organizadores. ¿No es así? —pregunté, viéndola con desinterés.
—Sí, señorita Jeon. Sun es la líder de los organizadores, y ella pidió su asistencia.
Fruncí el ceño, y le di una mirada de soslayo a la chica de mechones rosa que me veía con una sonrisa divertida. Pensé en que quizá le podría sacar provecho a eso, pues además de insoportable, Sun me resultaba sospechosa.
—De acuerdo —accedí finalmente, luego observé a la maestra con una mirada cargada de malas intenciones, como alguien que sabe que hará algo travieso—. ¿Habrá también un homenaje para Jeda Springs?
Oculté una sonrisa burlona cuando sus reacciones llegaron de inmediato, los estudiantes que habían en el salón se miraron entre sí con incomodidad, incluyendo a Jin, quien me miró como si no pudiera creer lo que había dicho. Sun observó a la maestra, pero esta simplemente fijó su mirada en mí con dureza.
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El rey de las apuestas ©
Mistério / SuspenseKim llega a una prestigiosa academia en Corea con la firme intención de concentrarse solo en sus estudios. Sin embargo, pronto se da cuenta de que la academia oculta un oscuro secreto. Los estudiantes están atrapados en una red de mentiras y traicio...