Capítulo 5

881 104 106
                                    

Un misterio extenso, que pocos se tomaban el atrevimiento de descubrir, a decir verdad nadie. Ese pensamiento había estado rondando en mi cabeza desde que Jin había mencionado lo del sacrificio, me sorprendió demasiado porque al parecer todos lo sabían, pero nadie hacía nada para evitarlo. Simplemente se quedaban como tontos de brazos cruzados viendo a sus compañeros ser asesinados por un desconocido. ¿Qué les sucedía a todos? Por Dios.

No obstante, seguí indagando acerca de eso mientras me dirigía a la biblioteca a pasos lentos. De repente me sentí extraña, yo no encajaba ni un poco en este lugar, absolutamente todos los alumnos estaban al tanto de lo que pasaba en la academia, todos estaban tratando de esconder algo, no lo sabía con certeza, pero lo podía percibir.

Y peor aún, estaban haciendo todo lo posible para evitar que descubriera algo. Quiero decir, ¿por qué Jin me había dicho que no podía decir más? ¿Qué significaba eso? ¿Estaba bajo alguna amenaza? ¿Tenían algo así como un acuerdo en el que prometían no decirle nada a nadie? Demonios, mi cabeza iba a explotar.

Mientras caminaba, noté que algunos estaban dándose miradas cómplices, algunas aterrorizadas, y otras, que confundían. Sonreí con burla, nada de lo que hicieran iba a impedir que siguiera investigando, mi objetivo principal era llegar al fondo de todo esto, aunque tuviera que morir en el intento. Unos segundos después, alguien me hizo detener colocando su mano en mi hombro, y la única persona que hacía eso era Jin.

—¿A dónde vas? —preguntó, tratando de respirar con regularidad, seguramente me había estado buscando por toda la academia.

—Estoy buscando la biblioteca, este lugar es enorme —respondí, y sin mirarlo a la cara continué caminando.

—¿Por qué no me dijiste? Te pudiste haber ahorrado minutos caminando —dijo Jin caminando a mi lado.

—Las cosas son aburridas cuando son fáciles.

Sentí la mirada de Jin sobre mí.

—¿Estás enojada? Por lo general no eres tan fría conmigo. ¿Dije algo que te molestara?

Negué con la cabeza lentamente.

—Lo único que me interesa saber es si realmente estás en mi equipo, Jin —respondí viéndolo con el ceño fruncido—. Te considero mi amigo y voy a cuidarte en cualquier momento, pero no estoy segura si yo soy tu amiga o si estás conmigo.

—¡Por supuesto que eres mi amiga, Kim! —exclamó él al instante, viéndome con desconcierto—. ¿Por qué...? No entiendo a qué te refieres.

—Si eres mi amigo, tienes que confiar en mí, y no puedes esconderme cosas —respondí, y me detuve un momento para mirarlo—. Sé que están ocultando algo, Jin, y necesito saber si estás dispuesto a contarme todo.

Jin apartó la mirada de mí con inquietud, se quedó en silencio durante unos segundos y luego me miró de nuevo con la duda en sus ojos.

—Si todo este asunto dependiera de mí, te habría contado todo desde el principio, pero no puedo.

—¿Por qué no? —insistí.

—Demonios... Yo no tuve nada que ver en eso, pero no puedo decirte nada, estoy obligado a guardar silencio, sino Taehyung...

—Taehyung —repetí soltando una risa sarcástica—. Al parecer ese idiota es el centro de todo, por supuesto que sí.

—Kim...

—Necesito saber qué demonios sucede con todas estas personas, Jin, pero también necesito tu ayuda —volví a interrumpir.

—No puedes seguir haciendo esto, Kim, ya basta. Jungkook dijo que podrías ser la elegida, no quiero que te lastimen. ¿Has oído eso de que la curiosidad mató al gato? —contestó Jin con frustración.

El rey de las apuestas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora