Capítulo 29

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Eran las nueve de la mañana, y yo ya estaba segura de que no quería seguir más tiempo en ese lugar, el calor era simplemente insoportable, además, yo no podía aguantar estar en el mismo sitio que mucha gente, principalmente si se trataba de los alumnos de Dwight Seoul.

Ninguno de ellos se había vuelto a acercar a nosotros, y a decir verdad me aliviaba, tenía que hablar con Kang y no quería perder el tiempo discutiendo con un montón de idiotas. El problema era que en este momento estábamos todos haciendo fila para que los de recepción nos agregaran a la lista de estudiantes de cada colegio, en resumen, estaba de mal humor, la paciencia nunca había sido mi fuerte.

Estaba mirando el piso distraídamente cuando Kang apareció de la nada y se posicionó frente a mí, que era la última en la fila, él miró alrededor cauteloso antes de volver a concentrarse en mí.

—¿Podemos hablar ahora? —preguntó en tono confidencial—. Créeme, no tendremos otra oportunidad, este lugar está repleto de gente.

—Bien, escúchame con atención. ¡Maldita sea! Tengo tanta información que no sé por dónde empezar, es tan frustrante porque después no puedo recordar cómo fueron las cosas, o lo que escuché y entonces...

—Ya entendí, ya entendí. ¿Puedes ir al grano? Tienes que soltarlo todo antes de llegar a recepción —Kang me interrumpió.

Le di una mirada de reojo a los dos estudiantes que estaban delante de nosotros, parecían estar coqueteando así que supuse que no nos prestarían mucha atención.

—El tema de que Mina Springs fue asesinada, y que probablemente tuvo una muerte horrible, está confirmado. Y anoche, antes de que Azami y tú llegaran a mi habitación, Sun dijo que Lee publicó en el periódico escolar un artículo completo de la muerte de Mina, pero que el director se encargó de desaparecerlo. ¿Cuál es nuestra misión? Descubrir si aún queda alguna copia de ese artículo.

—¿Y cómo haremos eso? Estamos lejos de la academia, no podemos volver y menos con el director vigilando a cada estudiante.

—Podemos sacarle información a Lee, no lo sé... ¿No podrías hacerlo tú? ¿Algo así como coquetearle?

El rostro de Kang enrojeció, apartó la mirada de mí por unos segundos, completamente avergonzado. Y en este pequeño instante, yo no pude evitar mirarlo con una ceja enarcada.

—¿Yo? ¿Coquetear con una chica? Olvídalo, Kim. Lo mío son los estudios, las investigaciones, resolver misterios, pero con las chicas soy un desastre.

—Cuando estás haciendo tonterías con Azami no pareces un desastre, Kang —contesté frunciendo el ceño y cruzando los brazos—. Además, es un caso de emergencia.

—Yo... —Kang me miró con desesperación intentando encontrar una respuesta rápida—. ¿Y por qué no lo haces tú? Taehyung también tiene información, y es obvio que puedes controlarlo con sólo una mirada.

Abrí la boca como si me hubiera ofendido.

—¡Eso no es verdad! —exclamé, más alterada de lo que me hubiera gustado—. Taehyung... Él... Yo jamás... No podría... Eso que...

Kang soltó una carcajada.

—Cuando lo niegas de esa forma es más divertido.

—No te burles de mí —le dije poniendo mala cara—. No entiendo por qué todo el mundo asume que Taehyung y yo tenemos algo. ¿Nos han visto besarnos alguna vez o enrollarnos en alguna habitación?

—No hables así —murmuró Kang sonrojándose de nuevo—. Y no, nadie los ha visto haciendo nada, por ahora.

—¿Por ahora?

El rey de las apuestas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora