El rey de las apuestas ©

Capítulo 23

El examen comenzaba a las 09:00 AM. Solo me quedaban veinte minutos para empezar a sentir espasmos estomacales de nuevo. La sola idea me aterrorizaba, no era capaz de afrontar esa situación una segunda vez, no era ni mediodía y los de quinto grado harían el segundo examen del día, en Springs tenían la fabulosa costumbre de asignar dos o tres exámenes para un día.

No me sentía para nada bien, apenas había salido el sol me había dirigido a la cafetería de la academia para intentar comer algo, y la poca energía que había logrado conseguir con café se esfumó cuando me senté en la mesa del salón a responder el primer examen, el de biología. No tenía ni la menor idea de lo que estaba haciendo, estaba más perdida que una mosca en el desierto, iba a reprobar, eso estaba seguro.

No me preocupaba la reacción de mi madre cuando viera mis calificaciones, después de todo jamás fui una alumna ejemplar, ni siquiera en Dwight Seoul. Pero una mala calificación en Springs era terrible, incluso podría ser expulsada. Los veinte minutos se fueron más rápido de lo que esperaba, así que caminé arrastrando los zapatos hasta el aula de botánica y me senté a la espera de mi perdición.

Hacía frío y los rostros llenos de desesperación de mis compañeros no ayudaba a mejorar mi humor. De hecho, creo que lo único que me mantenía despierta era recordar lo que había hecho la noche anterior, una sonrisa orgullosa se formó en mis labios al revivir el momento en mi cabeza, sonreí como alguien que sabe que hizo algo muy malvado pero que no se arrepiente en absoluto.

Me sentía feliz al recordarlo, la misión de hacerle la vida imposible a Brant Sallow había iniciado con la fase uno ayer a la medianoche, pero aún no había obtenido su reacción, estaba esperando con ansias que llegara con el rostro furioso y me viera sonreír. Ah, sólo esperaría un poco más.

La maestra Eun-ji entró al salón y ni siquiera tuvo que pedirnos que guardáramos silencio, dejó caer los exámenes con fuerza sobre la mesa y nos dirigió una larga mirada con el ceño fruncido. Miré de soslayo a Jin y suspiré, mi amigo había tenido una recuperación exitosa, ahora podía verlo todos los días y pasar tiempo con él como antes, aunque me preocupaba el hecho de que siempre parecía estar nervioso o muy preocupado por algo.

—Tienen 30 minutos para completar el examen de manera óptima, el tiempo de resolución es de 2 minutos por cada pregunta. Ustedes, el grupo de quinto grado siempre han tenido las mejores notas en mi asignatura, se que lo harán bien —exclamó la maestra Eun-ji—. Y de cualquier forma, no les queda otra opción más que obtener una buena calificación, creo que no es necesario que les recuerde que sólo faltan como cuatro meses para la graduación.

—La graduación. ¿Tenía que mencionarlo? —murmuré en voz baja con fastidio.

Cuando la maestra repartió los exámenes y se sentó en la silla del escritorio a esperar, miré el examen, lo único que logré escribir con rapidez fue mi nombre y la fecha de hoy. No sé cuánto tiempo estuve viendo la tercera pregunta con el ceño fruncido, creo que pasaron cinco minutos, suspiré pesadamente.

«¿De qué está formada la savia bruta?»

Luché por reprimir un gruñido, no tenía ni idea. ¿En serio? ¿Por qué no había un terremoto justo en este momento? ¿Y por qué diablos se les ocurrió poner la clase de botánica como asignatura adicional? Ya teníamos suficiente con la biología, no era necesario estudiar todas sus ramas, realmente a nadie le interesaba estudiar los vegetales y sus niveles, el funcionamiento de las plantas.

La etimología de la palabra botánica viene de una palabra en griego que significa hierba. ¡La marihuana es una planta, una hierba! ¿Por qué no podíamos estudiar eso? Pero no, a la increíble profesora le pareció más interesante colocar una pregunta sobre la savia bruta. Vamos, yo ni siquiera sabía qué demonios era la savia bruta.