Capítulo 33 - Parte 1

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El asombro, el miedo y el shock me habían paralizado completamente, lo sentí todo de una forma tan abrupta que llegué a pensar que mi corazón dejaría de palpitar, incluso tuve que abrir ligeramente la boca para poder respirar bien. Los segundos pasaron y yo no me moví, me obligué a parpadear cuando sentí un ardor en los ojos, me había quedado con la mirada fija en el cuerpo del verdugo esperando que se moviera y volviera a atacarme.

Pero eso no sucedió.

Lo siguiente que hice fue mirarme las manos con horror, no tenía tantas manchas de sangre, luego volví a mirar el cuerpo, el verdugo tenía su propia arma clavada en el pecho, y estaba muerto. Eso último fue lo que me hizo mover por el salón con desesperación e inquietud, no podía hacerle entender a mi cabeza que había matado a alguien, no, yo no era una asesina, él había intentando matarme, ¿no? Había sido en defensa propia.

Giré la cabeza rápidamente hacia la puerta cuando escuché el sonido de unos pasos acercándose, entré en pánico y pensé que nada bueno me pasaría si alguien entraba y veía la escena, y con lo escandalosos que eran los estudiantes era seguro que me gritarían y el rumor se iría expandiendo como enfermedad contagiosa.

Estaba pensando en esconderme cuando la puerta doble se abrió, y lo siguiente que vi fue a Taehyung entrando junto a sus hombres con una sorprendente rapidez. Él se detuvo en seco al darse cuenta de la situación, durante unos segundos se quedó estático alternando la vista hacia el verdugo y a mí, eso solo me hizo sentir peor, me sentí como si hubiera sido atrapada después de cometer un homicidio. ¡Y por supuesto que no había sido así!

Me cubrí la boca con la mano y dejé escapar un sollozo, no quería llorar frente a ellos pero la situación me había dejado al borde del colapso, sentí que todo se me vino encima y las lágrimas gruesas se deslizaron por mis mejillas. Sentí el dolor de los golpes que me había dado ese tipo, sentí ganas de vomitar y hasta creí que en cualquier momento me iba a desplomar en el suelo.

Escuché que Taehyung le dijo algo a sus hombres y ellos se encargaron de llevarse el cuerpo, y no me di cuenta de que se había acercado a mí hasta que sentí que me atrajo a su cuerpo y me abrazó con fuerza.

—Yo no... No quise... Él trató de... —intenté explicarle lo que había pasado en medio del llanto—. Lo maté, lo maté. ¡Está muerto, Taehyung!

—Lo entiendo, no tienes que decir nada —se apresuró a decir él, luego tomó mi mentón y me obligó a mirarlo—. Eras tú o él, Kim.

—Lo maté —volví a repetir en un susurro horrorizado.

—Escúchame —insistió Taehyung viéndome con seriedad—. Él te hubiera matado a ti sino te hubieras defendido, ¿entiendes?

Inhalé hondo y asentí intentando tranquilizarme, sabía que no estaba exagerando, cualquier persona que hubiera matado a otra por accidente se sentiría a punto de explotar, una crisis total.

Esto era malo, muy malo, más de lo que pudiera soportar, no sabía si a partir de este momento podría vivir sin recordar cada detalle de lo que había sucedido, al final el verdugo no había logrado su cometido, yo había sobrevivido. ¿Pero a cambio de qué? ¿De soportar un trauma de por vida?

—Tenemos que salir de aquí rápido —volvió a hablar Taehyung después de unos segundos en silencio.

—¿Por qué? —pregunté desconcertada.

—Van a anunciar el resultado de las elecciones y Clifford pidió que todos se reunieran en este salón —respondió, luego tomó mi mano y juntos caminamos hacia la puerta—. Necesitas descansar, vamos.

—¿Qué va a pasar con el verdugo?

—Mis hombres lo llevarán a un lugar seguro, después me encargaré de descubrir quién es... Bueno, quién era —se corrigió con amargura.

El rey de las apuestas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora