Hyunjin se encontraba en un estado completamente confundido, había visto miles de cosas en su vida, sin ir muy lejos, era un asesino a paga, había visto cadáveres que el mismo había ocasiado. Pero esto no se comparaba en nada, al menos para el.
Ni siquiera habían empezado con la explicación y ya sentía su cerebro a punto de explotar, el no había tenido ataduras nunca, al no tener padres, era una persona muy independiente y sabía a la perfección lo que hacía y lo que no. Pero de un momento a otro, con el chascar de los dedos, Hyunjin se encontraba en una mesa rodeado de personas que solo existen en los más oscuros libros de las bibliotecas cerradas. Eso era un cuento de hadas y el no podía creer esas cosas.
Se levantó de la mesa, aturdido y mareado, necesitaba aire o acabaría en un coma que su propia imaginación y experiencias le proporcionarian. Jeongin lo miró con atención, sabía que algo no andaba bien, pero últimamente el poder de la telepatía que solo podía tener con HyunJin, le hacía sentir mas seguro y privado, así que prefirió preguntarlo por allí.
—¿Estás bien?
Hyunjin se giró rápidamente, alejándose de golpe de Jeongin, aún no se acostumbraba a oír su voz en cada rincón de su cabeza y el cosquilleo que le producía eso en su pecho. No estaba bien, porque no es normal. Nada de eso es normal.
—No, no lo estoy y te agradecería que dejaras de hacer eso. —Le señaló el castaño, haciendo que Jeongin levantara las manos en señal de perdón mientras Hyunjin seguía dando pasos hacia atrás.
—¿Que haces? —Preguntó Seungmin, mirando con confusión al castaño que, literalmente, se estaba yendo de la habitación.
—Necesito aire, nada más. —Dijo de manera obvia, saliendo del comedor con todas las miradas encima.
—Jeongin, el acaba de irse. —Señaló Jisung, con su mano hacia la puerta y logrando que Mínho se diera la vuelta para mirarlo con la ceja elevada.—¿Qué?
—Lo vengo persiguiendo desde que lo conocí. No es justo. —Se quejó el menor, saliendo del comedor justo detrás del castaño mientras Chris tomaba asiento en su lugar con los brazos cruzados.
—Esto va a tomar un tiempo.
Hyunjin se acercó al elevador que lo había traído al infierno y tocó con desespero el botón a su lado. En cuanto la reja se abrió, entró rápidamente al ascensor, volviendo a tocar el botón que lo llevaría hasta afuera. Jeongin se apresuró y solo en segundos se colocó a su lado recibiendo una mirada de enojo por parte de Hyunjin.
—Tu no sabes lo que es la privacidad, ¿No es así?
—Dijiste que tomarias aire, no que querías estar solo. —Soltó sin más el menor, apoyando su espalda en la parte de atrás del ascensor mientras el mismo comenzaba a subir.
Hyunjin se limitó a soltar un suspiro y en cuanto la puerta del cubo que subía y bajaba se abrió, salió rápidamente de él para llegar hasta la puerta del galpón, abrirla y huir hacía el exterior. No sabía cuánto tiempo había pasado ahí abajo, pero se sentía sofocante y horrible. Sobre todo cuando comienzan a hacerte dudar de quién eres y todos parecen conocerte menos tu.
—¿Cómo sobreviven encerrados tanto tiempo? —Se quejó el castaño, pasando sus manos por su cabello y tirando del mismo hacia atrás.—Es sofocante. Viven en una enorme caja bajo tierra.
Jeongin asintió, apoyándose en la puerta del galpón para mirar el cielo que en solo minutos oscureceria.
—Es el precio que se paga por nacer distinto al resto. —Admitió el menor, dejándose llevar entre pensamientos y cerrando los ojos para respirar el aire exterior.—Es difícil esconderse todo el tiempo.
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In My Head - [Hyunin] [✓]
Science Fiction[PRIMER LIBRO] - [#LaNuevaEra] Hace años la sociedad estaba dividida en tres importantes razas, pero la codicia del ser humano rompió este esquema y pronto, solo quedaban leyendas cubiertas de polvo y cuentos que ni los mismos niños eran capaces de...