XII

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La cama se sentía más incómoda que la noche anterior, de hecho, Hyunjin tenía la sensación de que se sentiría así por un largo tiempo. Se sentó en la cama con las manos en su cara y se refregó los ojos hasta que dolieran. No tenía sueño y últimamente dormir era un lujo que no podía alcanzar. Su cabeza pensaba demasiado y tenía miedo de volver a caer en las pesadillas que tuvo en su infancia.

Se levantó de la cama colocando sus dos pies al lado del frío colchón y mirando la pared gris que tenía al frente. Para ser un búnker donde pasaría el resto de su miserable vida, era demasiado simple y aburrido. ¿Es que nadie ahí abajo pensaba en el exterior, la luz del sol y la gama de colores entera? Al menos un amarillo, rojo o azul. ¿Nada?

Hyunjin acomodó su cabello ya largo detrás de sus orejas y se acercó al único mueble que decoraba la habitación. Abrió cajón por cajón sin encontrar más que polvo. Cuando intentó abrir el último cajón, se le dificultó más de lo que pensaba. En cuanto pudo sacar la traba de madera floja que lo impedía, notó la presencia de una hoja de papel que decoraba el fondo del mismo, Hyunjin sin pensarlo la tomó entre manos. Era una impresión de algún informe que decía en la parte superior la frase: “¿Las leyendas dicen la verdad?”.

Miró el papel con duda, estaba demasiada llena de polvo pero seguía pudiendo leerse.

Hace unos días el "muro de los perdidos" en el museo de la ciudad, fue atacado por un grupo indescifrable de personas.
Durante la noche del jueves, mientras los guardias cuidaban las esquinas, un estruendo sonó en la parte superior del edificio, segundos después, cuando bajaron a la primera planta, notaron que el Muro había sido atacado, las caras de los desaparecidos estaban tachadas por una cruz roja y un enorme letrero de color azul, cubría la palabra "Perdidos" en la parte superior y dejaba en claro el mensaje:ASESINADOS”.

¿Será este un mensaje que nos están enviando? ¿Será verdad lo que dicen? ¿El museo cerrará por este ataque? ¿Continuará?

Hyunjin dejó la hoja en su lugar con su rostro lleno de sorpresa. Nunca había oído ese artículo y lo único que contaban por las calles sobre el ataque al museo fue que un montón de ladrones robaron las mejores obras. Se vieron obligados a cerrar sus puertas y clausurar el lugar. Hasta el día de hoy, no saben ni quienes fueron ni porque.

Apoyó sus manos en el escritorio y viendo como aún parecía ser hora de dormir, se dispuso a salir de la habitación y romper un poco más sus horas de sueño. Necesitaba alguna explicación y esperaba que Jeongin fuera quien le diera las respuestas.

Caminó por los pasillos hasta pararse en frente de la puerta del menor, pero se mantuvo ahí unos segundos, inseguro de si tocar la puerta o entrar directamente. Nunca había vivido con alguien más, no sabía si el derecho a la privacidad tambien abarcaba este acto. ¿Y si Jeongin estaba haciendo algo importante? ¿Y si estaba durmiendo y el solo haría que se moleste?

El menor podía ser más pequeño que el y mucho menos imponente, pero cuando enderezaba su columna, entornaba su mirada y cruzaba sus brazos, Hyunjin sabía que ese aire lleno de superioridad era increíblemente intimidante.
Definitivamente no dormir le estaba afectando sus pensamientos.

Mientras divagaba en su propia cabeza si sería buena idea o no entrar a la habitación sin permiso, la puerta se abrió de golpe y el rostro dormido de Jeongin apareció al frente de sus ojos. Hyunjin se congeló en su lugar, Jeongin llevaba el orcuro cabello despeinado y su mirada totalmente molesta. ¿Había hecho mal al ir hasta ahí a las tres y media de la mañana?

—Si, hiciste muy mal y podría asesinarte en este momento si quisiera. —Se quejó el menor, haciendo a Hyunjin sonreír invitablemente. Si intimidaba, pero ya se había acostumbrado a sus amenazas.

In My Head - [Hyunin] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora