In My Head - [Hyunin] [✓]

XXXVII

Las manos de Jeongin temblaron a sus costados, su vista dejó de pertenecerle, realmente lo único que podía ver era su piel brillando, los ojos tornándose de un blanco casi transparente y su cabello tiñéndose del mismo color, un blanco casi amarillo demasiado potente para el ojo humano.

Jun golpeó su espalda con la pared del pasillo, tropezando con unos escombros y tapando sus ojos con su antebrazo, el bastón no sería de ayuda ahora que tenía la peor ola en frente suyo. Changbin, quien sostenía a Felix de los brazos para evitar que golpeara a Seungmin, alzó su vista con el miedo palpitando en su pecho, era esa, la imágen que había visto aquella noche entre sedantes y dolores externos, era la misma que veía ahora en carne viva.

Chris y Seungmin también tuvieron que verse obligados a tapar sus ojos, el brillo que irradiaba Jeongin era extremadamente fuerte y encandilante. Sus manos temblaban y las lágrimas caían por sus mejillas directo al suelo. Un viento fuerte se levantó a su alrededor, envolviendo su cuerpo en un torbellino de emociones y luces brillantes. Los escombros a su alrededor también comenzaron a temblar y mientras el brillo más se agrandaba, más enojado se sentía Jeongin, recordando la manera en cómo cayó Jisung al suelo, el charco de sangre que lo rodeaba, pidiendo a susurros que peleara y viendo con sus propios ojos cómo moría su final feliz al frente suyo.

Jeongin sintió el dolor aumentar en su pecho y mientras miles de cicatrices se extendían desde su corazón a todas partes de su cuerpo con una fina línea blanca brillante, sus rodillas dejaron de funcionarle, cayendo al suelo de manera seca y con los brazos aún a los costados. Su boca se abrió y un grito totalmente aturdidor exploró cada oído y rincón perdido de aquel espantoso lugar, su máscara de gas se rompió en mil pedazos y ningún humo Aeris podría superar en potencia la presión que sentía el menor en ese instante.

Se escucharon gritos por parte de Chris, se escucharon pasos y golpes, pero Jeongin no podía ver nada ni escuchar nada, solo el latir acelerado de su corazón y la línea fina en la que se había convertido el de Jisung aquella noche. Y la gota que derramó el vaso fue cuando abrió los ojos y lo primero que vió, justo al final del pasillo, fue a Hyunjin mirándolo como si no lo reconociera, como si no hubiesen tenido un encuentro de sentimientos, como si no compartieran las mismas emociones por el otro. No lo miró como su Anima Complement, sino como su enemigo, del mismo modo que lo conoció.

Sus lágrimas comenzaron a mezclarse con el brillo y por alguna razón, el poder de Jeongin no afectaba a Hyunjin, sino que parecía fortalecerlo. El mayor se acercó al pelinegro a paso lento y con sus manos haciendo una especie de maniobra justo al frente de su abdomen. Jeongin pareció entenderlo al ver cómo los ojos de HyunJin se tornaban negros y su cabello castaño y largo se volvía del mismo color que una sombra olvidada en una habitación sin ningún interruptor o ventana.

La habitación estaba en silencio, solo ellos dos, mirándose a los ojos como si la vida lo hubiese querido así, peleando y no amando. Jeongin negó con la cabeza, siendo incapaz de imaginarse lastimando a Hyunjin solo por su seguridad. Su cuerpo tembló y débilmente se levantó del suelo, enfrentándose directo a Hyunjin, quien se detuvo de golpe al ver cómo el menor tensaba la mandíbula y entre ellos dos, el cuerpo sin vida de Jisung descansaba entre escombros y sangre.

—Hey, Innie. —Habló Hyunjin, por su boca no salían más que palabras sin sentido para el menor y que solo lograban enojarlo más. —Está bien, tranquilo. Soy yo, soy Hyunjin.

—¡No! —Gritó el menor, apretando sus puños y obligando a la luz a buscar más espacio en el mundo, el techo vibró y los escombros caían de a poco en distintos lugares.

—De verdad, está bien, el chip ya no existe. Dejó de funcionar por tu poder, lo prometo. —Habló el mayor, acercándose otro paso a Jeongin. El menor sintió su corazón palpitar un poco más lento, creyendo que quizás, tenía razón y realmente ya era él de nuevo.