In My Head - [Hyunin] [✓]

XVII

Mínho fue el primero en reaccionar, quien corrió rápidamente a abrir la caja del ascensor y tomar la barbilla de Jisung para levantar su mirada buscando un poco de estabilidad. Jisung no resistió mucho, sus ojos le miraron con pesadez y rápidamente volvió a dejar caer su cuerpo. Mínho tomó el cuerpo del menor y lo sacó del ascensor con fuerza que no supo de dónde salió, se dio la vuelta, Changbin entendió su mirada y a los segundos ya estaba bajando las escaleras con el corazón latiendo desenfrenadamente en su pecho.

—¡Jisung, tienes que mantenerte despierto! —Pidió el mayor, si el herido perdía la razón, no habría mucho que hacer, pues curar a alguien inconsciente es peligroso.

—Nunca vi tan tentadora una siesta rápida. —Habló el menor, incluso si estaba herido, su sentido del humor parecía intacto.

Jeongin pasó las manos por su rostro totalmente asustado y Chris se mantuvo en su lugar con la boca entreabierta. No sabía cómo reaccionar a todo lo que estaba ocurriendo en esos momentos. Hyunjin apareció por un costado, pero se mantuvo en silencio, por alguna razón, le dolía el pecho de ver a Jisung en tan mal estado. No sabía si eso se consideraba debilidad, pero no tenía tiempo de pensar sobre su tristeza cuando la sed de venganza le nacía desde cada célula de su cuerpo. Ninguno en ese búnker merecía ese trato, ¿Por qué el mundo estaba tan lleno de odio?

—Escúchame bien, Jisung, si tu te duermes juro que voy a despertarte a los golpes, ¿Estás escuchando? —Minho miró con reproche al menor, este solo se limitó a sonreír con sangre en sus dientes.

Changbin llegó a los segundos para colocar rápidamente sus manos en cada una de sus heridas y dejar que el brillo dorado saliera desde sus yemas y cayera suavemente en su piel, estirándola, arreglándola, curándola. Jisung sintió el dolor apoderarse de su cuerpo y su espalda se irguió en su lugar, soltando un gemido a medida que Changbin movía sus manos con movimientos limpios y patroneados. Felix hizo una mueca, podía sentir el dolor de Jisung en el mismo y eso solo provocaba un silencio arrasador en el lugar que era llenado por los gritos de Jisung.

Gritos que cesaron en cuanto Jisung dejó escapar un suspiro ahogado en dolor y sus ojos se cerraron de manera suave, su respiración se calmó un poco y Changbin, totalmente agotado, cayó al suelo secamente para ser acudido por Felix, quién lo sostuvo para que no se cayera del todo.
Jisung volvió a abrir los ojos suavemente, aún había heridas sin curar pero nada que le impidiera vivir en ese momento, Mínho le rodeó la cintura con su mano para ayudar a sentarlo en el suelo del frío búnker.

—Estábamos comprando un par de cosas cuando ocurrió una pelea en una esquina de los barrios bajos. —Comenzó a contar Jisung, aún su voz sonaba débil, pero el silencio en el lugar permitió que se escuchará de manera clara.—Decidimos alejarnos para no meternos en discusiones, pero en cuanto nos dimos vuelta, un hombre con traje y bastón nos estaba viendo. Creímos que lo mejor sería meternos en otra tienda y así evitar meternos en problemas.

—Jisung, ¿En qué tienda se metieron? —Preguntó Chris, cruzando sus brazos en su pecho.

—No lo sé, decía "Wolfgang" y vendían ropa, pero en cuanto entramos al local, un hombre vestido de la misma forma que el anterior, salió desde detrás de un vestidor. Cuando menos nos dimos cuenta, estábamos rodeados y Seungmin tenía las armas en el bolso, no creímos necesitarlas. Nos metimos justo en la boca del lobo y suena cómico porque básicamente es el nombre del lugar. —Una sonrisa se asomó en los labios de Jisung, quien tuvo que toser para dejar salir el aire ahogado en sus pulmones por la risa que soportó a duras penas.

Hyunjin no necesitaba más detalles, sus piernas comenzaron a caminar hacia atrás y su pecho subía y bajaba rápidamente. Eran ellos, la mafia con la que había trabajado tenían a Seungmin y el no podía sentirse más culpable, pues sabía perfectamente que esa tienda de ropa estaba a solo unas calles del búnker y como si eso fuera poco, también sabía que ellos tenían toda su base mafiosa escondida detrás de las enormes cortinas del último vestidor. Una máscara antes del verdadero rostro, tal cual el búnker en el que estaban los Aurum.