𝓣𝔀𝓸 𝓔𝓵𝓮𝓶𝓮𝓷𝓽𝓼 [𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻] 1𝓣

C11. "¿Y porqué no lo enamoras?"

Narra Nickolas:

Aceleré, no me importaba si podía haber algún accidente, necesitaba liberarme y siendo sinceros mi corazón dolía al recordarlo.

—... y por eso tu madre te trata como la mierda, por eso no te quiere!.— dijo sin pensar.

Dolía porqué en el fondo sabía que era verdad, lauren jamás me vería como un hijo, como aquel pequeño con amor rebosante que esperó darselo a mamá con un abrazo, un beso o al menos con un dibujo, como alguien que la enorgulleciera. No, eso jamás pasaría, ese titulo solo lo tenía una persona y nunca podría arrebatarselo.

Lágrimas se hicieron presentes en mis ojos, intenté apartarlas sin embargo la moto tambaleó y pronto un claxón sonó con fuerza, al mirar al frente una camioneta venía en dirección a mi.

Derrapé la llanta de la moto haciendo que esta saliera del camino, sin más se estampó en aquel gran arbol viejo de la colonia, al sentir el impacto mi cuerpo salió volando haciendo que aterrizara en el suelo.

Gemí de dolor al caer en un golpe seco sin embargo gruñí. Mierda, seguro me había roto algo porqué mi puto brazo dolía como la mierda al igual que mi espalda.

—Puta madre, nickolas! Como se te ocurre ir así por la maldita calle?! Casi te llevo de paso!— escuché, al abrir mis ojos encontré a aquel idiota, Gustavo se había hecho presente frente a mi mientras lo veía desde abajo debido a que estaba acostado en el cesped resultado del accidente anterior.

—Joder... dime que mi moto está bien.— solté mientras me removía, mi maldita espalda me estaba matando ahora.

—No jodas, probablemente tengas tu maldita columna rota y lo que te preocupa es tu puta motocicleta?.— preguntó incrédulo.

—Solo responde!.— dije desesperado.

Este suspiró y sin más volteó a ver hacia a donde estaba aquella moto hecha pedazos y con humo saliendo de la parte delantera.

—No se ve tan bien pero... seguro que con un buen mecánico queda.— dijo inseguro.

La moto realmente se veía jodida.

—Mierda...— gemí de dolor levantandome un poco, mi brazo ardía y solo cuando lo sentí entumecido supe que estaba roto. —Mierda!.— gruñí, este solo tragó saliva al darse cuenta de la situación.

Gustavo podía ser un maldito matón popular en el instituto pero cuando se encontraba en este tipo de situaciones si que se ponía de rodillas a suplicar perdón.

Suspiré mientras miraba hacia al techo, en mi brazo reposaba un maldito yeso mientras que el idiota de gustavo asentía a las indicaciones del doctor.

—Perfecto, entonces está bien... muchas gracias, yo me encargaré de que el siga las instrucciones al pie de la letra.— sonrío, yo solo rodeé los ojos.

Pronto el doctor se retiró y en menos de lo que imaginamos estabamos en la camioneta de gustavo quien solo me sonreía con nervios.

—Ya te dije que mi padre no va a demandarte pero si sigues actuando como un imbecil el que te demandará seré yo.— dije negando mientras miraba hacia al frente.

El solo frunció el ceño y gruñó.

—Yo no tuve la culpa, fuiste tu... quien mierda conduce como un idiota a más de 120km en la calle de una avenida?.— preguntó haciendo que yo lo mirara con molestia, este de inmediato volteó hacia al frente evitandome.

—Como sea... solo llévame a mi puta casa, mi padre me anda buscando desde la mañana y seguro tiene hasta a la maldita fuerza aérea buscandome.— dije serio mientras devolvía mi mirada hacia adelante.

Este alzó su ceja y mordió su labio para luego arrancar y empezar a conducir.

—No entiendo una mierda, es decir... por lo que platicas tu familia es una mierda... pero ahora dices que tu padre está buscandote solo porqué no le contestas las llamadas, acaso nos mentiste?.— preguntó y yo reí.

—Mi padre es el único que se preocupa por mi... y eso a veces porque usualmente se la pasa con aidan en los sets y esas mierdas... al final de cuentas creo que rob es igual a ellos, solo que... no lo da a demostrar tanto como mi madre o hermano, da igual...— dije negando.

—A tu hermano se le debería de dar una buena lección... ya sabes, por lo que has contado siempre se ha llevado toda la atención sin ponerse a pensar en como te sientes... ha de ser un hijo de puta completamente.— rio, yo solo suspiré.

—Aidan es una niñita en brazos de su mami... no vale la pena, terminó con su novia y debo decir que era una chica realmente caliente... incluso pienso que es un maldito chico escondido en el jodido closet gracias a lauren— reí negando y este miró por el espejo retrovisor para luego sonreír.

—Y porqué no lo enamoras?... matarías dos pajaros de un tiro.— dijo haciendo que yo lo mirara con burla para luego reír con fuerza pero el dolor se hizo presente haciendo que yo jadeara y me quejara.

—Mierda... como duele.— dije acomodandome mejor. Cuando el dolor se calmó suspiré y volví a la platica. —Volviendo a la estupidez que acabas de decir... ah si, es una estupidez.— asentí sin más y el alzó ambas cejas mientras conducía.

—Si lo piensas mejor es una buena idea... incluso podrías joder a tu madre, que no dices que aidan es su maldito tesoro?... una vez consigas abrirlo, te jodes el oro y acabas con la felicidad de ambos.— explicó.

Yo solo miré al frente.

—Es mi hermano... y enamorarlo solo para vengarme de mi madre sería cruel y asqueroso...— negué con asco.

—Oh vamos, no solo será una venganzas contra tu madre, será igual para tu hermano... una vez que te sientas satisfecho lo desechas como la basura que siempre has dicho que es.— río estacionando la camioneta delante de mi casa.

—Es una locura... incluso no puedo ni pensar en aidan como algo más, es mi puto gemelo!.— lo miré y este me devolvió la mirada con burla. —Vaya que tienes una mente retorcida...— solté.

—... pero brillante, así que si quieres saber más sobre como enamorar a aquel hijo de puta, sabes bien donde encontrarme...— sonrió malicioso y yo solo rei.

—Ten por seguro que no lo haré... la simple idea de... enamorar o tan siquiera besar a aidan me revuelve el estómago.— hice amagos de vomitar y negué. Sin más abrí la puerta y con cuidado bajé.

Caminé hacia al pórtico pero antes de abrir la puerta de mi casa, escuché su voz.

—Piensalo seriamente, Nickolas!... no es tan mala idea una vez que piensas en todo el dolor que te hicieron pasar desde niño.— sonrió triunfante para luego subir la ventana y alejarse de ahí en su camioneta.

—Maldito idiota... si que está enfermo.— negué rodando los ojos y sin más entré a casa.