C24. "Mi primer beso"

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Narra Aidan: 

Carraspeé con fuerza, ahora como se supone me salía de esta incomoda situación?. No podía decirle absolutamente nada, siendo sinceros ni siquiera lo conocía, aunque si, era verdad... éramos gemelos pero siempre habíamos sido tan distintos, me sorprendía el hecho de estar sentados juntos justo ahora y a la luz de la luna. 

Si bien era algo incomodo, me sentía bien. Me sentía de una manera especial a como jamás me había sentido. 

-¿Aidan?.- escuché su voz, su varonil voz que me hacía latir el corazón con fuerza. 

-Eh... si? que sucede?.- pregunté haciéndome el tonto. El alzó su ceja y negó mientras viraba sus ojos. 

-Te pregunté algo...- dijo.

-Que cosa?.- pregunté viéndolo. 

El me veía a mi, solo a mi en estos momentos. No estábamos peleando, no estábamos siendo distantes, el estaba ahí junto a mi mirándome, esperando una respuesta de parte mia. 

-Sabes que?... mejor vayamos a dormir, esto no funciona.- sin más se levantó pero negué de inmediato tomando su brazo, este me miró, yo estaba enredado en su brazo impidiendo que se fuera. Si algo incomodo aunque bueno... no para mi. 

-No te vayas... yo te contaré todo, todo lo que quieras saber, es justo después de que tu me contaste que sucedía con (T/n), solo no te vayas... es la primera vez que pasamos la noche juntos sin distanciamientos, peleas o algo así, solo quiero estar con mi hermano sin pelear o sin sentir que me odias, por favor... puedes hacer eso por mi?.- pregunté. 

El me observó desde la altura donde estaba ya que el estaba levantado y listo para irse mientras que yo estaba sentado, resultado de no poder levantarme tan rápido gracias a mi tobillo. 

-No... perdiste tu oportunidad, ahora suéltame.- me arrebató su brazo. 

Yo solo lo observé irse, gruñí acomodándome mejor y miré hacia al suelo. Mis ojos empezaron a aguadarse, ahora me sentía tan patético. 

Aunque bueno, no había día en el que no me sintiera patético cuando de hablar de nickolas se trataba. El no me quería y así seguiría siendo hasta que muriese. 

-Vamos a dormir...- escuché su voz de vuelta. Le di la espalda para que no me viera con las lágrimas recorrer en mis mejillas, las sequé con rapidez y seguí sin mirarlo.

-Si, yo... iré en un momento.- susurré con la voz ahogada. 

Intentaba retener las lágrimas pero estas seguían saliendo de igual manera a pesar de secarlas con mis manos. Sentí su agarre pero me alejé, este intentó de nuevo pero al hacerlo jaló mi frazada descubriendo mi cuello. 

-Nickolas!.- grité al mismo tiempo que intenté arrebatarle aquel pañuelo pero como ya saben, con el maldito tobillo roto era imposible. 

Este de inmediato observó mi cuello, las marcas relucieron como diamantes ante sus ojos, tenía la leve esperanza de que por la oscuridad de la noche no las hubiera notado pero cuando habló supe que eso estaba muy lejos de ser cierto. 

-Que mierda le ocurrió a tu cuello?.- preguntó sin dejar de observarlo. 

-Devuélveme la frazada...- el no lo hizo, seguía observando aquello, con molestia tomé mis muletas y lo empujé, trastabillé un poco sin embargo empecé a caminar hacia al bosque alejándome de aquel. 

-A donde mierda vas, aidan?.- escuché tras mío, al llegar a la entrada de aquel oscuro y tenebroso bosque me metí. No quería que me hiciera preguntas, no lo necesitaba ahora. -La puta que me parió, ven aquí.- dijo, al instante escuché sus pasos tras mío.

Seguí caminando con el tras mío, debía admitirlo, no era bonito, mucho menos fácil andar por aquel suelo inestable con muletas.

Cuando empecé a sentirme cansado me senté en una roca, mi corazón latía con fuerza y solo quería desaparecer, me estaba sintiendo tan sofocado. 

-Mierda.- escuché el susurro de nickolas tras mío. Al mirarlo noté como recorría todo el lugar, sus manos temblaban y sus pupilas estaban dilatadas. -De-Deberíamos regresar... este no es un buen lugar para...- lo interrumpí.

-Solo vete... quiero estar solo.- dije brusco, regresé mi mirada a aquel río que corría en la oscuridad, a los minutos lo sentí sentarse a mi lado. Lo miré de reojo, sus manos seguían temblando. Era raro cuando de nickolas se hablaba pero... bueno me entienden, tal vez era el frío. 

Un silencio sepulcral se dio, no quería hablar y mucho menos el, siendo sinceros nicky parecía pensar de más, mis ojos se cerraron sintiendo la brisa en mi cara. Si, ya no tenía la frazada pero era un gran alivio, ahora ya no sentía la picazón constante. 

-S-si... si me cuentas...- abrí los ojos cuando escuché la voz de mi hermano. -... quien te hizo eso en el cuello, yo... te contaré algo que... que nadie sabe de mi.- no lo miré, sin embargo seguí en silencio. A pesar de todo, nadie podría saber lo que mamá había hecho, seguro todo empeoraría y el que mi familia se destruyera aun más por mi culpa no estaba en mis planes. -E-este... este es el mismo lugar donde... donde me perdí.- dijo, seguí en silencio sin embargo presté atención. -Nunca le dije a nadie... mamá dijo que me enseñaría a nadar pero yo no traía mi bañador así que preferimos caminar...- noté como sus manos temblaron aún más. Ahora estaba seguro que no era por el frío. -Pensé que... quería pasar tiempo conmigo...- rasqué mi brazo. -... pero no fue así.- soltó. -Me dejó aquí esperando su regreso pero...- rió negando. -... ella jamás volvió.- pronto se quedó callado. 

Signo evidente de que había terminado aquella historia. 

Yo seguí en silencio, no iba a hablar... no quería hacerlo.

—Sé que probablemente es una... tontería pero...— lo interrumpí.

—Mamá no tuvo la culpa de nada... tu te perdiste, ella te buscó junto a nosotros, lo que dices es una mentira.— solté sin mirarlo aún, sentí su mirada incredula, yo más que nadie sabía que tan lejos podría llegar mamá cuando se trataba de nickolas. 

Incluso de mi.

Cuando lo noté callado lo miré de reojo, este me miraba serio, dolido, sabía bien que lo había lastimado pero de alguna manera eso lo haría irse y evitar el tema anterior.

—Eres un imbecil en su máxima expresión.— sin más se levantó de la roca alarmandome. Sin saber que hacer aún con el dolor de mi tobillo me levanté siguiendolo sin la ayuda de las muletas.

Si, había sido duro con el pero nisiquiera me había dado cuenta de ello.

Me puse de frente a nickolas, sosteniendome un poco de el con ayuda de mis manos en sus brazos. El me empujó pero me mantuve firme mientras miraba sus ojos a la luz de la luna.

—Mierda, en caliente ni se siente...— lo escuché murmurar para si mismo haciendome fruncir el ceño.

Tragué saliva con fuerza cuando sentí su cercanía de más pero cuando sentí sus labios conectar con los míos, jadeé quedándome quieto.

Mi corazón se aceleró con fuerza.

Tal fue mi sorpresa que mis ojos no se cerraron, seguían abiertos de la impresión sin embargo el seguía besandome.

Me había quedado completamente estático ante un beso.

Ante mi primer beso.

𝓣𝔀𝓸 𝓔𝓵𝓮𝓶𝓮𝓷𝓽𝓼 [𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻] 1𝓣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora