Estaba recostado en mi habitación, veía cada dos minutos mi celular, tal vez nickolas necesitaría algo o se sentiría mal gracias al yeso en su brazo. Jugueteé con mis dedos unos segundos más y tomé el aparato móvil para subirle de nuevo el volumen.
—Tal vez... se bajó por accidente.— susurré subiéndole al máximo aunque ya estaba ahí desde hace rato. —Listo...— dije volviendo a ponerlo en su lugar.
Mordí mi labio viendo la pantalla nuevamente, no. No había nada de parte de nickolas. No llamadas, no mensajes.
Sin más lo tomé de nuevo y esta vez lo desbloqueé para irme al contacto de nickolas, me sorprendió el hecho de que estaba en linea.
Bueno, tal vez... estaba en otras cosas importantes y había dejado el celular, no era porqué no quisiera hablarme.
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Aunque en mi estomago empezaron a revolotear aquellas tontas mariposas hice una mueca, que acaso no me tenia agregado a sus contactos?.
Bueno, al parecer no.
Suspire y empecé a escribir una respuesta para enviar.
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Suspire al notarlo, me había bloqueado.
Con tristeza deje a un lado el celular, me levante de la cama y camine hacia a mi guitarra, el yeso me estorbaba un poco pero podía caminar un poco sin necesidad de las muletas, una vez que la tome, me volví a sentar en la cama, Empecé a rasgar las cuerdas de aquella, me sentía vacío, algo combinado con la tristeza que empezaba a envolverme en esos instantes.
Sabia todo por lo que había pasado nickolas a lo largo de la vida al igual que sabia lo culpable que era en esos momentos. Durante todos estos años solo espere una oportunidad en la que demostrarle todo, todo lo que me hacia sentir al mismo tiempo que cuando lo veía.