𝓣𝔀𝓸 𝓔𝓵𝓮𝓶𝓮𝓷𝓽𝓼 [𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻] 1𝓣

C8. "También soy tu hijo"

Narra Nickolas:

Alcé mi ceja al notar aquello, aidan parecía nervioso gracias a la pregunta que recién le había hecho. No entendía el porqué, era un simple pregunta que sin duda alguna podía ser respondida rápidamente pero al parecer mi hermano si que estaba dandole vueltas de más al asunto.

Sinceramente esto me estaba aburriendo por lo que simplemente me levanté nuevamente haciendo que este reaccionara levantándose al igual que yo.

-Aguarda...- dijo haciendo que yo lo mirase un momento sin embargo caminé hacia a la bajada del techo por donde había subido en primer lugar. -Nickolas...- llamó.

-Tranquilo, si no quieres decirme no hay problema con ello, realmente me da igual solo que en serio estoy cansado y ya me aburriste...- negué terminando de bajar hasta dar con mi ventana. Este de inmediato hizo lo mismo que yo.

-Lo lamento, simplemente me es díficil contarte... no lo entenderías, para una persona como tu es un tema complicado y...- fruncí el seño al escuchar eso sin embargo lo encaré para luego hablar.

-Para una persona como yo?.- pregunté alzando ambas cejas. A que mierda se supone que se refería? Es que acaso yo no podía entender las mierdas de un actor como el?.

Este de inmediato se dió cuenta de las palabras por lo que río con nervios.

-Está bien, esas... esas no fueron las palabras correctas, de acuerdo?... lo que quise decir es que...- lo interrumpí nuevamente.

-... que una persona como yo la cual no tiene ningún logro como tú, nunca entendería lo que ibas a decirme, no?... o mejor, en tu mundo de estrellas y celebridades no tienen vagos inadaptados, verdad?.- pregunté sarcástico mientras este negaba.

-No! Claro que no! Eso no era lo que iba a decir! No pongas palabras en mi boca que yo no dije!.- soltó sin embargo lo miré entrecerrando los ojos. A este paso mi mandibula se encontraba apretada y solo quería volver a golpearlo justo como en la mañana.

-Tranquilo, hermanito...- le dirigí una sonrisa con sarcasmo, el solo me observó. -Yo más que nadie sé que no congenio contigo y gracias a cualquier ser divino eh?... porqué sin duda alguna lo único que compartimos de nacimiento es el puto rostro... ahora largate.- lo empujé haciendo que trastabillara sin embargo logró tomar mis brazos para recomponerse pero los quité de inmediato. -Largate ya...- repetí y me alejé de el.

-Nickolas, por favor no digas eso, me lastimas... eres mi hermano y...- reí interrumpiendo su discurso.

-Es que eres un total imbecil, en serio... como te atreves siquiera a decir que te lastimo?.- pregunté alzando ambas cejas. -Tu no tienes idea de lo que es que te lastimen...- solté apretando mis puños. -No tienes una PUTA idea de que todo el maldito mundo reconozca al gran Aidan Gallagher pero no a Nickolas Gallagher... su maldito gemelo escondido entre las putas sombras de su hermano perfecto!.- grité furioso.

El solo siguió observandome, solo que a diferencia de las otras veces sus ojos estaban aguados. Pronto una lágrima cayó de su ojo derecho y miró hacia abajo mientras sostenía su brazo con el otro.

Incrédulo me acerqué a el y limpié su lágrima con brusquedad haciendo que el gimiera de dolor. Al parecer si había sido algo más que brusco porque su mejilla estaba un poco roja resultado de la presión de mis dedos hace unos segundos.

-Tus lágrimas de maldito cocodrilo actor no funcionan conmigo... ahora largate.- negué rodando los ojos y tomé las galletas que reposaban en mi escritorio. Sin pensarlo se las aventé haciendo que este intentara esquivarlas pero habían caído directamente a su pecho.

-Eres un tonto!... siempre que intento pasar tiempo contigo me haces de menos... eres un... un...- alcé mi ceja esperando.

-Un que?...- pregunté burlón cruzandome de brazos.

-Un... un... Egoista!.- dijo haciendo que yo me pusiera serio. Este al notar lo que había dicho tragó saliva sin embargo no se movió ni un puto centrimetro.

-¿Egoista yo?.- dije y el asintió algo nervioso. Sin pensarlo más me acerqué a el, este de inmediato intentó correr para salir de la habitación pero fui más rápido haciendo que este tropezara con una pesa, pronto se escuchó un fuerte golpe seguido de un "Crack" proveniente de su tobillo.

-NICKOLAS GALLAGHER!.- escuchamos el grito de lauren. Esta al notar a aidan en el suelo con sus ojos llenos de lágrimas y tomando su tobillo el cual obviamente había sido a lo mejor ya fracturado, me miró con furia. Bueno, no me importaba, ya estaba acostumbrado a tal mirada. De inmediato caminó hacia a aidan haciendo que yo riera.

Claro, por quien más se interesaría que no fuera aidan?.

-Dios mío, cariño... estás bien?.- dijo demasiado preocupada mientras aidan solo intentaba no gemir de dolor gracias a aquella fractura.

-Que sucede?...- ahora la voz de nuestro padre se escuchó haciendo que todos lo miraran pero cuando vió a aidan en el suelo me miró de inmediato a mi.

-El me estaba molestando...- solté sin más, lauren de inmediato me volteó a ver furiosa.

-Eso no es verdad... cuando yo llegué vi claramente como lo empujaste, querías lastimarlo, querías hacerle daño como siempre!.- dijo, yo solo la observé dolido.

-Jamás le he hecho daño a aidan... lo sabes perfectamente!.- intenté defenderme mientras intentaba acercarme a ellos pero mi padre lo impidió.

-Claro que si!... no tienes porqué desquitarte con el por tu maldita ineptitud, por tu maldita vaguéz mucho menos porqué el sea mejor que tu en todo lo que hace!.- gritó haciendo que papá se interpusiera entre esas punzantes palabras.

-LAUREN!.- gritó para que ya no siguiera diciendo aquello. Esta de inmediato miró a rob con molestia.

Mis ojos se pusieron llorosos sin embargo seguí observandola en silencio.

-Mamá yo me tropecé...- soltó aidan haciendo que las miradas se dirigieran a el rápidamente.

-Cariño, eso no es verdad... sabes que este niño tuvo la culpa, el quiso lastimarte, lo ví con mis propios ojos.- dijo mientras acariciaba su mejilla. Aidan la miró, por primera vez esperé alguna reacción de defensa para mi pero como siempre... nunca llegó.

Negué furioso y sin importarme papá caminé hacia a ella, papá volvió a tomar mi brazo haciendo que de nuevo me detuviera, pero lo que no pudo detener fueron mis palabras.

-Este niño también es tu hijo! También lo es quieras o no! Escuchaste?!.- grité con dolor refiriendome a mi, a este paso mis lágrimas ya bajaban por mis mejillas.

Un silencio supulcral se apoderó de la habitación.