𝓣𝔀𝓸 𝓔𝓵𝓮𝓶𝓮𝓷𝓽𝓼 [𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻] 1𝓣

C9. "Yo no la merecía para nada"

Narra Nickolas:

Al notar aquellas palabras solo pude quedarme callado, apreté con fuerza los labios al notar como las lágrimas bajaban, sin más las limpié y salí rápidamente de la habitación: me iría.

—Nickolas!.— escuché la estupida voz de mi hermano. Maldito hijo de puta.

—Nickolas! Nickolas regresa aquí en este instante!.— y he ahí la voz de mi padre, bajé las escaleras con rápidez hasta llegar a la sala, tomé las llaves de mi motocicleta y salí de casa acompañada con un portazo.

Caminé hacia a esta y la encendí, justo en el momento que escuché la puerta ser abierta aceleré sin importarme nada más.

Durante media hora estuve conduciendo hasta llegar a aquel lugar, era más de media noche sin embargo aquel bar seguía abierto para todo el público.

Una vez adentro busqué con la mirada aquel grupito de chicos, eran medio populares y algo estupidos, razón por la cual ni de chiste me llevaba con ellos en el instituto pero de cierta manera eran buenos cuando se trataba de escucharte y ahogar las penas con alcohol.

—Vaya, el gran nickolas gallagher está aquí... que sorpresa.— dijo gustavo cuando me vió sentar a un lado de aquel. Sin pensarlo más tomé un trago de su cerveza y suspiré sin importancia, este lugar no era tan malo como los demás. —Que nos traes de mercancia? Alguna nueva historia con tu gemelo famoso?.— rieron todos y yo solo pude gruñir.

—No quiero hablar de eso... simplemente me da igual.— hablé sin pensarlo más y estos rieron sin embargo no volvieron a preguntar nada más lo cual agradecía.

Ellos eran así, si no querías hablar de eso estaba bien pero si al contrario si quería hacerlo te prestaban demasiada atención.

—Irán a la excursión escolar?.— preguntó uno captando la atención de todos. —Mierda, yo solo quiero que sea en una locación lejos, necesito follarme a Violet, vieron que se está poniendo más buena?.— dijo George mordiendo su labio y todos rieron.

—Oh vamos... todos sabemos porqué tomó ese cuerpo, gallagher terminó quitandole la virginidad, era obvio que se le formaría rápido el trasero, no es así, hermano?.— preguntó gus abrazandome a el bruscamente sin embargo me alejé y reí.

La cerveza estaba haciendo efecto y al parecer, todos aún seguian intactos.

—Son rumores, jamás me acostaría con violet... está demente.— respondí y todos rieron con fuerza.

—Tio, eso es obvio... solo está en busca de alguien quien la pueda sacar de vil pobre, no es la gran cosa en realidad, sin embargo... aquel cuerpecito lo vale.— sonrió de lado haciendo que todos rieran y lo empujaran un poco.

—Que opinan de (T/n) (T/a)?.— dijeron a lo que yo inmediatamente carraspeé pero presté atención.

—Niñita de papi...— dijo tomas sin importancia.

—Cuanto apuestan que sigue siendo una virgen?.— preguntó ernest sin embargo solo rodeé los ojos. Si que eran imbeciles.

—Lo dudo, pero el que pueda responder eso aquí es nickolas...— soltó gus hacia a mi, todo mundo río sin embargo alcé mi ceja. —Se la pasa todo el día con ella... parecen un maldito chicle.— siguió.

—Es mía, así que ella está prohibida para ustedes hijos de puta...— advertí y solo chiflaron para luego reír.

Yo solo tomé otro sorbo de cerveza y siguieron hablando ee cualquiee otra estupidez en realidad.

Conducí con rápidez hacia a la casa de (T/n), estaba un poco borracho y apestaba a alcohol, la motocicleta aveces se tambaleaba pero podía permanecer un poco estable.  Al llegar a aquella gran mansión, tuve que pasar los filtros de seguridad que gracias a (T/n) ya era reconocido para evitar cualquier otro tipo de disturbio o robo en su casa. Una vez listo pasé hacia a su casa, un gran jardín me recibió y lo próximo que observé fue como ella abría la puerta para esperar mi ingreso a lo cual solo al estar frente a ella besé.

—Nickolas! estás borracho, joder!.— dijo esta separandose de inmediato. Yo solo reí y posé mi nariz en su cuello, debía admitirlo, aquella olía tan bien que simplemente era el vil paraíso abrazarla. —Mierda...— susurró intentando meterme más a la casa. Una vez dentro cerró la puerta y me puso en el sofá para luego ir a la cocina.

A los pocos minutos volvió con un vaso de agua y se sentó a la par.

—Quieres contarme lo que sucedió?... hace apenas unas horas saliste de mi casa para dirigirte a la tuya y ahora regresas borracho y apestando a cigarrillo.— dijo negando, yo solo la miré sin embargo mis ojos se cerraron. Estaba cansado.

—Mi madre es una perra... y ni hablar de mi hermano, es la vil zorra de mi madre.— empecé a hablar, ella entendió de inmediato por lo que se acercó a mi y me abrazó haciendo que yo posara mi cabeza en su pecho. Empezó a acariciar mi cabello mientras suspiraba. —Sabes?... empiezo a pensar que la única que me quiere eres tú... me tratas bien además de mi padre... pero siempre estás ahí para mi, debo hartarte a veces.— reí algo desorientado sin embargo ella siguió acariciando mi cabeza. —Te quiero demasiado...— apreté su cuerpo haciendo que ella riera.

—Estás demasiado borracho, nisiquiera sé como es que llegaste conduciendo sin estrellarte... me muero si te llega a pasar algo, no soportaría perderte, nicky...— sonreí en su pecho.

—Te apuesto a que mi madre sería la más feliz, todo el mundo en realidad...— susurré haciendo que ella negara de inmediato.

—Pues yo te quiero... y no soy todo el mundo pero estoy segura que jamás desearía que te fueras de mi lado... y no lo hagas, por favor. Quedate conmigo siempre.— susurró en mi oído.

—Si...— susurré aún ido. Estaba borracho y ahora mismo me sentía cansado, pesado y mareado.

—Nickolas... puedo decirte algo?.— preguntó y asentí en silencio. —Estoy enamorada de ti.— escuché sin embargo no respondí ya que había caído por completo en brazos de morfeo. —Me tienes muy mal... pero... yo... te amo.— soltó.

Al darse cuenta de que estaba dormido ella solo suspiró decepcionada pero nunca se alejó de mi. Permaneció conmigo toda la noche sin quejarse o gritar como harían los demás.

Ella era especial pero como siempre... creía no merecer tanto como para tomarla  y hundirla en mi mierda llamada: poca estabilidad emocional y mental.

Yo no la merecía para nada.