𝓣𝔀𝓸 𝓔𝓵𝓮𝓶𝓮𝓷𝓽𝓼 [𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻] 1𝓣

C49. "Me gusta..."

Narra Nicholas:

Solo.

Si ese era mi jodido destino desde que era un niño ¿Que me asombra ahora?.

De mala gana me levante de la cama para ir a lavarme la cara, mis ojos estan hinchados despues de tanto llorar, no puedo creer lo bajo que caí ayer. Me puse a llorar en los brazos de papi como una pequeña niña tonta.

—¡Bien hecho Nicholas! —exprese sarcástico mientras me miraba al espejo.

Abrí el grifo del lavavo y acto seguido tome algo de agua en mi manos y vaciarla en mi cara. Tome una toalla de uno de mis cajones y me seque.

Sali de baño con la misma expresión de enojo y frustración que antes.

¿Porqué me sentía culpable? ¿No era esto lo que quería? Ver a a Aidan destruido ante los ojos de mamá, que el fuera el niño rechazado que alguna vez fui yo. Que si puede que se allá salido un poco de control pero igua Aidan se siente de la mierda.

Pero aún asi yo no soy feliz.

—Nicholas ¿Ya te levantaste? —escuche la voz de papá por detras de la puerta.

Suspire pesadamente mientras tomaba el puente de mi nariz, el simple hecho de que el estuviera detras de esa puerta me hizo estresarme.

¿Con que cara lo voy a ver a los ojos?.

¿Que le voy a responder si me pregunta porque estaba llorando ayer?

—¿Nicholas? —su voz me saca de mis pensamientos.

—¿Que quieres? —pregunte lanzandome a la cama.

—Hijo, solo quiero que bajes a desayunar con tu familia —yo reí.

—¿Con quien? ¿Con el maricon y la hipocrita? —cuestione entre risitas sarcásticas.

—¡Nicholas! Te prohibo que te expreses así de tu hermano y tu madre —me regaña y yo aún sigo riendome.

—Vete a la mierda y dejame en paz, rob.—escuché sus pasos alejarse.

No se bien si es que ya se fue pero nesesito asegurarme de que no venga a joderme la existencia una vez mas. Me levanto de la cama y abro la puerta, en efecto el se ha hido así que salgo de mi habitación para dirigirme a las escaleras.

No bajare a desayunar con mi estupida familia pero si quiero comer algo, bajo rápidamente los escalones y al final de estos me encuentro a mi padre, el cual tiene una expresión de enojo en su rostro.

—¿Que pensabas hacer con las llaves? —digo señalando estas.

—Iba a sacarte a la fuerza de tu cuarto necesitamos hablar —pide y yo solo me limito a ignorarlo.

Le saco la vuelta rodeandolo para asi pasar por el comedor donde estan mi madre y el maricon de Aidan.

—Hijo ¿Cómo amaneciste? —pregunta mamá y la dulzura en su voz me empalaga.

—No te importa —solte en seco.

Ella me mira confundida, claro que lo esta, el niño dulce que se estaba dejando manipular ya no esta, me quedo parado admirando a mi madre, esa cara de confusión vale oro molido para mí.

—Nicholas no le hables así a mamá —protesta Aidan.

Sin pudor alguno dejo salir una gran carcajada.

Lo llamaba maricón y seguía defendiendola...

Que hue...

—¿Y quien me lo va impedir? ¿Tu? —pregunte retador.