C23. "Martirio Nocturno"

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Narra Nickolas:

Miré el fuego brotar de aquellas barras de leña en aquella chimenea. Papá metía algunas más para que pudiera prender el fuego deprisa. Un paquete de malvaviscos y muchos chocolates estaban a la vista, aidan tenía la mirada fija en ellos.

No se hallaba tan emocionado como antiguamente lo hacía. De cierta manera era extraño, es decir, era aidan.

Aquel estupido niño que amaba venir al bosque y asar malvaviscos para luego nadar en el lago con papá o mamá, o cualquiera de los 2 que se metiera con el.

Mi mirada se centró en lauren, esta se había levantado para irse no sin antes dirigirle una mirada fugaz a aidan quien como dije antes, parecía querer evitar todo contacto con esto.

Me levanté a la par de aquella mujer y la seguí hasta la cocina, al entrar ahí esta empezó a servir en un bowl pequeños pretzels.

—Necesito hablar contigo...— pedí y ella suspiró frustrada.

—No hablo con estupidos.— respondió abriendo esta vez una bolsa de papitas, al instante apreté con fuerza mi mandibula.

Era una completa hija de puta.

—Seré claro... firmas el permiso para que yo me vaya con los abuelos o le digo a papá todo lo que me hiciste durante mi infancia.— solté en un susurro amenazante.

Realmente no quería que alguien lo escuchara.

—Oh créeme... si yo pudiera ya lo hubiese firmado pero tu padre al igual que tu, tienen ideas relevantes que me impiden poder hacerlo...— alzó su ceja y suspiró al verme. —Como sea... pronto cumplirás los 18, te podrás largar al fin... solo espera unos meses más.— sonrió burlona.

—Sabes bien que la mayoría de edad es a los 21... no soportaría 3 años más junto a ti.— dije entre dientes.

—Mira, nickolas... para empezar la que te soporta aquí soy yo... aún así sabes que si fuera por mi tu ya te hubieras largado lejos de nosotros, el único que no entra en esta familia eres tu...— soltó seria y sin más negó. —Tu no tienes nada de especial, nick...— apreté mi mandíbula cuando se acercó a mi mirándome con esos ojos con los que siempre me había observado, llenas de prepotencia y molestia. —Tu solo eres alguien...— me miró de arriba hacia abajo con asco. —... ordinario.— soltó, sin más tomó el bowl que antes estaba sirviendo y sin más salió de ahí dejandome con la palabra en la boca.

Miré fijamente al suelo y luego negué, la odiaba. En serio la odiaba con todas mis fuerzas.














































[...]

Durante aquel momento no mentiré, fue una mierda.

El primero que se había levantado para irse de ahí había sido yo, lauren se había dedicado solo a mandar estúpidas indirectas que sin duda alguna no eran nada "indirectas". Papá la terminó callando y sin pensarlo dos veces me fui de ahí hacia a la cabaña.

Ahora mismo me encontraba viendo el techo, mi cama estaba frente a la ventana al igual que la de aidan quien no había venido para nada desde hace rato.

—Idiota...— susurré al recordarlo, me acomodé de lado y suspiré viendo aquella lampara que estaba a un lado en el buró.

Esperé unos minutos más, cerré mis ojos pero a los minutos negué, sin duda alguna no podría dormir el día de hoy. El imbecil de aidan aun no llegaba y dentro de mi sabía bien que aquellos recuerdos en el bosque cuando me perdí llegaban justo al cerrar los ojos.

𝓣𝔀𝓸 𝓔𝓵𝓮𝓶𝓮𝓷𝓽𝓼 [𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻] 1𝓣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora