C25. "Primera calada"

1.3K 225 267
                                        

Narra Nickolas:

—Eres un imbecil en su máxima expresión.— solté serio, acto seguido me levanté de aquella gran roca para largarme de ahí pero este me lo impidió.

Cojeaba un poco pero eso no impedía que caminase poniendose frente a mi para evitar mi ida. Lo miré serio, sus ojos me observaban arrepentidos, tristes, alarmados.

Como si de alguna extraña manera quisiera transmitir el arrepentimiento de sus palabras a través de su mirada. Maldije en silencio al notar como nos mirabamos.

Recordé las palabras de gustavo, tenía que ser rápido, no tenía que aplazar los malditos planes.

—Mierda... en caliente ni se siente.— murmuré importandome poco que aquel imbecil me escuchara, acto seguido uní mis labios a los suyos.

Lo sentí sorprenderse, sin embargo no se apartó lo cual era una gran señal, al menos no me llevaría una maldita bofetada como siempee imaginé.

Mis labios se movían con avidez, los suyos estaban quietos, eran torpes e inexpertos como si nunca hubiera besado a alguien en su pátetica vida, tal pensamiento abandonó mi mente cuando recordé a hannah.

Aquella caliente pelirroja que era su ex novia.

Mierda, hasta el día de hoy me seguía preguntando como es que la había dejado, la chica si que era malditamente sexy y caliente para cualquier hombre en la faz de la tierra.

Debo admitir, pensar en ella me había hecho besar con más pasión a aidan, practicamente imaginaba a ella mientras besaba al inutil de mi hermano gemelo.

Porqué si, era raro estarlo besando justo ahora a la luz de las putas estrellas.

Sentí una subida de adrenalina por mis pies, tomé su nuca acercandolo más a mi, mierda... y si buscaba a la pelirroja algún día? Aidan debería tener su número aun o tal vez lo tuviese papá, mierda... no sé.

Pronto sentí sus manos temblorosas en mi pecho alejandome un poco, acto que me hizo volver a la realidad para mirar a aidan en shock. Temblaba y parecía querer gritar.

Que raro chico, en definitiva.

Un sonrojo adoptó sus mejillas, un sonrojo demasiado potente que me hizo reir dentro mío, se veia tan... tan patetico.

Con perdon de la palabra, si me lo permiten.

—N-nickolas... y-o... yo no... yo... y es que tu... y yo... y yo-yo no...— rodando los ojos tomé sus mejillas para acercarlo de nuevo a mi y besarlo otra vez.

Acto que siguió con gusto, parecía gustarle.

Quise pegarme un tiro, maldita sea! Porqué no me separaba o me daba una maldita bofetada este imbecil?...

Pronto me separé de el, este estaba abobado ahora.

—Estás bien?.— pregunté confuso.

El miró mis labios, parecía buscarlos de nuevo.

—Vaya, te quedaste mudo... perfecto.— solté a lo que el negó. —Entonces habla, maldita sea... pareces idiota.— solté.

Este río sonrojado, estaba nervioso, se veía a simple vista.

—P-puedes hacerlo... hacerlo de nuevo?.— preguntó ido, rodeé los ojos y sin más me alejé de el para empezar a caminar lejos de ahí.









[...]

Maldije por lo bajo cuando noté como un porro se había desdoblado en la maleta, sentía la mirada de mi hermano en mi espalda sin embargo no decía nada.

𝓣𝔀𝓸 𝓔𝓵𝓮𝓶𝓮𝓷𝓽𝓼 [𝓖𝓮𝓶𝓮𝓵𝓸𝓼 𝓖𝓪𝓵𝓵𝓪𝓰𝓱𝓮𝓻] 1𝓣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora