Un chico en TWICE

Capítulo 10

Después de haber llevado a Chaeryeong de vuelta a la empresa, no pasó mucho, me despedí de mi mejor amiga en cuanto llegamos a mi cuarto.

—De verdad, de verdad, de verdad, gracias por estar conmigo ____. Eres el mejor y más guapo amigo que he tenido, eh.— decía en un gran abrazo

Yo solamente me reí.

—También te quiero, melocotón.— le contesté

Ella también se rió.

—Llámame siempre que necesites algo, linda.— le dije tras separarnos

Chaeryeong asintió alegremente.

—Tú también puedes llamarme siempre que necesites algo, si quieres salir o solamente charlar, cualquier cosa está bien si estoy contigo.— comentó con mucha felicidad

—Gracias Chaer. Te veo después, linda.— con una sonrisa entré a mi cuarto a por mi mochila, ya que ya debía irme

Al salir, pues solamente caminé hacia el elevador, pero me encontré a mis noonas en el camino.

—Oh, noon-—

Ni siquiera pude terminar de hablar porque Tzuyu me abrazó antes de que pudiera saludar a la líder.

—¡Ya quería verte, ____!— comentó eufóricamente mi novia

—Yo también quería verte ya, guapa.— le contesté mientras acariciaba su cabello

Deslicé mi mano a su mejilla y simplemente me empecé a acercar a sus labios para poder besar sus labios, cosa que habría logrado hacer perfectamente de no ser por Jihyo, quién puso su mano en medio de los labios de ambos.

—¡U-unnie!— le reclamó a su mayor

—Tzuyu~ssi...— Jihyo cambió su tono de voz —¿Qué les dije?, nada de besos en público.— dijo

—Pe-pero estamos en la empresa y no hay nadie.— insistió

—Que no. Nadie, absolutamente nadie más que nosotras debe saberlo, ¿le has dicho a alguien de tu noviazgo con Tzuyu, ____?— se dirigió hacia mí

Negué con timidez, afortunadamente no se lo comenté a Chaeryeong.

—Ni siquiera nuestros managers deben saberlo, Tzuyu.— le dijo

—Tengo una idea.— tomé la mano de mi novia y entré al cuarto de ensayos de las chicas

Tzuyu estaba confundida, pero rápidamente supo que iba a hacer, así que empezó a sonreír.

Me acerqué y le di un beso en los labios.

Tzuyu solo sonrió aún más y se acercó para ella darme otro beso, el cual evidentemente acepté.

—Me gustas muchísimo.— dijo de la nada

Solo sonreí ligeramente por lo preciosa que se veía confesándome sus sentimientos.

—Y tú a mí.— le respondí

—¿Ya te tienes que ir?, ¿no quieres ir a nuestro dormitorio?, podemos tener una noche de películas...— acarició mi pecho