Un chico en TWICE

Capítulo 156

—Gracias por traerme.— sonrió tras darse la vuelta cuando subió los primeros dos escalones del edificio

—No hay de qué.— le sonreí de vuelta

—La cita estuvo asombrosa y muy divertida.— dijo

—Sí, deberíamos hacerlo más seguido.— dije yo

—¡S-sí!, e-eh... s-sí.— sonrió con timidez —Te... t-te veré mañana, ¿cierto?— preguntó

Fruncí un poco el ceño.

—Ma-mañana grabaremos el último capítulo del drama.— explicó

—Oh, cierto. Sí, te veré mañana en el set.— confirmé

—Jeje, grandioso.— expresó —Entonces... hasta mañana.— sonrió nuevamente

Se paró de puntillas y besó mi mejilla izquierda.

Y después simplemente caminó torpemente hacia la entrada del edificio y ahí la perdí de vista, así que me di la media vuelta y regresé a mi auto para volver a casa.

No me encontraría con Tzuyu en casa porque me dijo que volverá tal vez a las once de la noche, más tardar a las dos o tres de la madrugada.

Así que llegué y fui directo a darme una rápida ducha para después salir y cenar algo ligero. Lo preparé y cociné y decidí servirme una copa de vino que tenía ahí, regalo de mi suegro.

Y ya completamente relajado, me recosté en mi cama con mi portátil y me puse a escribir un poco y a escuchar la canción que había compuesto junto a Dahyun.

De verdad tiene una voz muy suave...

Cerré mis ojos por un momento, pero sin darme cuenta me había quedado profundamente dormido.

Desperté debido a que sentí algo raro en mi pecho, pero sólo era mi novia, quién había quitado mi portátil y se recostó en mi pecho justamente.

—H-... hey. Lo siento, no era mi intención despertarte, cariño.— dijo

—No te preocupes, amor...— sonreí ligeramente y cerré mis ojos por un momento —¿Cuándo llegaste?— pregunté

—Hace veinte minutos. Me di una ducha y vine directo a la cama.— respondió

—Ya veo.— expresé —¿Cómo estuvo tu día?— pregunté

—Cansado...— contestó

—Lo imagino, linda...— acaricié su cabello —Duerme un poco.— le dije

Asintió, así que volvió a recostarse en mi pecho y simplemente se quedó profundamente dormida en menos de cinco minutos.

Yo realmente no pude conciliar el sueño con rapidez nuevamente, me quedé acariciando su espalda desnuda por un momento antes poder de volver a dormir.

Y desperté la mañana siguiente con ella aún dormida profundamente.

Sólo sonreí, y con cuidado me levanté de la cama asegurándome de no despertarla para poder prepararle algo cuando despertara.