Capítulo 78

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—¡A-amor, Di-Dios mío!, am-amor...— Tzuyu se retorcía aún encima de mi miembro

—¿Terminaste?— acaricié sus glúteos

Asintió, finalmente cayendo en mi pecho.

Estuvo así por un rato hasta que finalmente se levantó.

Se separó de mi entrepierna, a lo que empecé a tomar el control.

Apretaba sus nalgas mientras arremetía gentilmente contra su intimidad.

La manera en la que sus jugos salían era tan excitante. Mojaba la colcha, pero no me importaba en lo absoluto, pues se sentía fantástico...

—Tzuyu, no voy a poder aguantarlo mucho más...— gemí

—Ha-hazlo, amor, h-hazlo.— decía ella

—¿E-está bien que lo haga dentro?— pregunté nuevamente

Ella sin dudar asintió.

Así que cerré mis ojos al sentirlo en la punta...

—T-Tzuyu...— gemí ligeramente

La llené completamente, dejando salir mis fluidos y ensuciando la colcha también.

—Estuviste increíble...— dijo

—Tú también.— besé sus labios

—Te amo...— acarició mi mejilla

—T-... también te amo.— respondí un poco dudoso

Sonrió enormemente contenta y volvió a besarme para recostarse en mi pecho.

Debo decirle...

Agh...

—Te amo, te amo, te amo cómo nada en el mundo...— decía mientras besaba mis labios cientos de veces

Sonreí ligeramente.

Se recostó tiernamente encima de mí después de limpiar nuestras intimidades, tomé una colcha nueva (debido a lo que le sucedió a la anterior) y simplemente cubrimos nuestros cuerpos para poder dormir juntos y abrazados.

Así que claro, así despertamos a la mañana siguiente.

Tzuyu aún estaba completamente dormida, así que lentamente la recosté a mi lado y me levanté para poder usar el baño.

Regresé poco después para recostarme, tomé su cintura y la acerqué a mí. Por supuesto, accedió.

Sonreí ligeramente y sólo cerré mis ojos para seguir durmiendo, eran las cinco de la madrugada, no habría problema.

Se dio la vuelta ligeramente y me abrazó ella también.

Sonreí y le di un pequeño beso en el hombro para finalmente dormir.

Ambos despertamos un par de horas después. Ella ya había despertado mientras que yo lo hice poco a poco.

Cuando abrí mis ojos, noté que tenía a Tzuyu en mi pecho totalmente tranquila, sólo acariciaba mi torso.

—¿Despertaste temprano?— pregunté

—Sí, bebé.— confirmó —¿Cómo dormiste?— me abrazó

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