—Un poco...— contesté mientras acariciaba el anillo que ____ me había dado
—Te traje un poco de café.— sonrió
—Gracias.— agradecí y bebí de éste
—¿Y qué es lo que te pone triste?— preguntó
—No es nada, sólo... sólo estaba pensando en alguien.— contesté
—Debe ser alguien muy especial entonces.— comentó
—Lo es, es muy importante...— confirmé
Estuvimos casi dos minutos en puro silencio hasta que tomó mi mentón y me hizo mirarlo, lo miré por unos segundos, aunque confundida, claro, y ciertamente incómoda.
Pero supe qué era cuando lo vi ir a mis labios...
Por supuesto, me alejé de él cuando supe sus intenciones.
Él lucía confundido, y yo ahora estaba molesta.
Me levanté y salí del camerino.
Tomé mi teléfono y rápidamente busqué el chat de mi novio, de vez en cuando leía sus palabras de aliento para calmarme, cosa que hice hoy.
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Lo apagué y me solté a llorar en medio del pasillo...
Lo hice hasta que unos brazos me abrazaron, me sentí tan bien, me recordaba a mi ____, pero él no era tan alto, así que rápidamente me separé asustada hasta que volteé a ver.
Era él, mi ____...
Nuevamente mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas, así que rápidamente me levanté y salté a sus brazos para nuevamente, soltarme a llorar, aunque ahora de alegría.
Y por supuesto, fui bien recibida por él, que me llenó de besos y caricias.
—¿Por qué llorabas, cielo?, ¿mm?, dime, cariñ-—
No lo dejé terminar de hablar porque ataqué sus labios de una forma tan apasionada...
—T-te extrañé...— le dije cuando nos separamos —T-te extrañé muchísimo.— mis ojos nuevamente se pusieron cristalinos
