Un chico en TWICE

Capítulo 99

Así que comenzamos a jugar, las chicas ya estaban vestidas de nuevo, afortunadamente.

Empecé ganando, así que las demás se quitaron un zapato, iba bien.

Pero cuando una de ellas ganaba una partida, yo tenía que quitarme una prenda, y me quité mi reloj, mi collar. Cualquier cosa para poder dejar mis prendas al final, y si era posible, no quitarme ninguna de ellas.

Pero tuve que quitarme la camisa, pero afortunadamente, tenía otra debajo debido al frío.

Y las demás también se quitaron sus camisas, sólo Jennie no tenía una debajo, así que quedó en sujetador. Su rostro se tornó de un rojo carmesí. Se veía tierna.

Y después de ganar esta vez, todas se quitaron otra prenda, quedándose en sujetador las demás y Jennie en bragas.

—Si te sientes incómoda podemos parar.— le dije

—E-está bien...— se quitó el sujetador, pero se cubrió con la almohada

—Eh... ¿qué no habíamos quedado en no desnudos?— miré a Lisa

Se encogió entre brazos.

Seguimos jugando, pero parecía ser que mi suerte de había acabado, puesto que me estaba desnudando ya...

Hasta que me quité el pantalón, también tomé una almohada y cubrí mi cuerpo con ella, además de que bajé mis cartas.

—¡Oye, no las bajes, esto se está poniendo bueno!— me dijo Lisa

—Ya no tengo más prendas que quitarme.— negué

—Pues yo veo que tienes una ropa interior, aunque te ves mejor sin ella, honestamente.— dijo

Reí ligeramente.

—¡Vamos, sigue jugando, ____!— insistió

—Que no, Lili.— negué riendo aún

—Pues no me verás desnuda entonces.— cruzó los brazos

—Mi novia regresará mañana, no quiero verte desnuda.— me seguía riendo a carcajadas

—¿De verdad no quieres?— bajó los tirantes de su sujetador

—Ajá.— confirmé

—Hm. La otra vez me dijiste que me querías coger tan duro que me harías morder las almohadas, y lo hiciste.— dijo

"¡¿Te acostaste con Lisa?!" - exclamaron las chicas.

—S-sólo pasó una vez.— respondí

—Fueron como seis veces.— dijo Lisa

—Me vine cinco veces.— corregí

—Y yo como veinte. Jeje.— rió ligeramente—Vamos a mi habitación, ¿sí?, una vez más, sólo una vez más.— pidió

—No, Lili. Veré a Chaeryeong mañana, no sabes las ganas que tengo de verla.— me negué nuevamente

—Vamos...— hizo un puchero

—Lili...— me seguí negando negando