Capítulo 11

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Pues como lo propuso mi novia, estuvimos juntos todo el día, a excepción de mi horario laboral.

Pero a la mañana siguiente todo volvió a la normalidad.

Mi novia me dijo que me podía ir con ellas a la empresa, así que acepté.

Me senté a su lado en el transporte, por supuesto.

Y al llegar, pues solamente bajamos juntos y así mismo, subimos al elevador.

Llegamos a los pasillos de los cuartos de ensayos y ahí me despedí finalmente de mi novia. Bajé mis manos a su cintura, a lo que ella pasó sus brazos detrás de mi cuello para... bueno, besarme.

Cerré mis ojos y me fui acercando a los precioso labios de mi novia ahora que Jihyo no estaba a la vista.

Pero...

Mina nerviosamente me separó de ella, yo solo la miré confundido, a ella nunca le ha importado en donde me esté besando con Tzuyu.

Mina solo apuntó hacia la dirección contraria a la mía, así que me giré para ver; Chaeryeong...

Venía saltando alegremente hacia donde estábamos nosotros, y al alcanzarnos, simplemente saltó alegremente a mis brazos.

—¡Oppa!— exclamó felizmente mientras estaba en mis brazos

—H-hey. T-te extrañé.— la saludé de vuelta, aunque algo nervioso

—¡Yo más, yo mucho, mucho más!, ayer fui a verte para invitarte a desayunar algo pero nunca te apareciste...— me hizo un puchero —Pero está bien, ¡porque hoy sí te invitaré a salir!—

Tragué saliva.

—C-claro.— si pudiera decirle a alguien sobre mi relación, ella sería la primera, ya que es mi mejor amiga y nunca he guardado ningún secreto con a ella

—Jeje. ¡Gracias, oppa!— me dio un beso en la mejilla y después se alejó

Me giré nuevamente hacia mi novia.

—E-estuvo cerca.— dije mientras reía nerviosamente

—S-sí...— a Tzuyu no le causó tanta gracia por algún motivo

—E-esto... ¿nos veremos esta noche?— Jihyo ya había vuelto, así que no la podría besar

—¿Y si nos vemos en la hora del descanso?, nunca hemos almorzado juntos...— hizo un puchero

—Me encantaría bebé.— tomé su mejilla

Tzuyu levantó su mirada en asombro.

—¿D-de verdad quieres estar conmigo?— preguntó alegre

—Por supuesto que quiero estar contigo tontita, eres mi novia.— le sonreí

Asintió tiernamente, así que sin importarme mucho que Jihyo estuviera aquí, me acerqué y besé los labios de mi novia.

Jihyo solo suspiró y lo dejó pasar.

Las nueve entraron a su cuarto de ensayos, mi novia las acompañó al igual que tenía una encantadora sonrisa por el beso de hace unos momentos.

Así que yo me dirigí a mi cuarto de ensayos, que no es mío realmente, pero como nadie lo usa, pues... me adueñé de él.

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