Capítulo 67

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—Pues claro...— me reí —Me odia y lo hizo para desquitarse conmigo.—

—Claro que no, ____...— besó mi mejilla nuevamente

Acaricié su mejilla y suspiré.

—¿Crees que debo terminar con ella?— le pregunté

—Pues si te fue infiel, creo que es lo mejor...— respondió ella

—Pero yo también le fui infiel.— comenté

—Tal vez después de dos años, su relación...— decía

—Tal vez Tzuyu ya no me ama...— definitivamente dolió decirlo —¿Pero por qué seguir conmigo?, fácilmente pudo hablar conmigo y decirme que ya no sentía nada por mí, ayer ella era... era la misma chica de la cuál me enamoré, no entiendo qué sucedió.— comenté

—Oye, no te angusties... me tienes a mí.— dijo —Puedes hablar conmigo siempre que quieras, estaré disponible para ti siempre.— besó mis labios

Cerré mis ojos y acepté su beso para después empezar a mover los míos y poder besarnos...

—De verdad no había podido dejar de pensar en ti. Desde que tuvimos sexo, no he dejado de tocarme pensando en ti...— decía en medio del beso —Fuiste mi primera vez, y de verdad atesoro lo dulce que fuiste conmigo.— sonrió

Tragué saliva; bajé mi mirada frecuentemente a sus labios para al final poder besarme con ella una vez más.

—¿Quieres que se repita?— pregunté

Mina sin hesitar asintió.

Tímidamente me acerqué y comencé a besarla; bajé suavemente mis manos por sus costados hasta llegar a su cintura y de ahí a sus nalgas. Las apreté suavemente y comencé a meter mis manos por su blusa hasta llegar a sus firmes y redondos pechos...

—No, no, perdón... no puedo.— me separé

—Oye. Hey. Honey...— acarició mi mejilla —No te sientas mal...— besó la misma

—E-es que la amo...— respondí

—Bebé...— hizo un pequeño puchero —Sabes... pienso que Tzuyu es una perra. No supo apreciarte. Te juro que yo no cometeré ese error.— besó mis labios

Le sonreí ligeramente.

—Eres una buena chica.— le dije

Sonrió de vuelta.

—Está bien si no quieres hacerlo, no te voy a obligar.— comentó

Asentí agradecido.

Tomé su cintura y la acerqué a mí para abrazarla y dormir de esa manera.

Y evidentemente, desperté a su lado a la mañana siguiente.

—Buenos días.— sonrió

Aunque el hecho de tener una increíble y hermosa mujer despertando a tu lado podría ser el sueño de mucho, de verdad me sentí muy mal al pensar en Tzuyu...

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