Capítulo 20. A

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Daryl, lo siento...

Callé cuando Neferet rompió en llanto de una forma repentina y afligida. Me quedé como un idiota al verla de tal modo, pero traté de reaccionar lo antes posible.

¿Qué...?— Quise preguntar, pero ella me detuvo con sus acciones. Se abrió la chaqueta y sollozando desesperada, se levantó la camiseta.

Dejé de respirar, mi corazón se detuvo, dejé de sentir.

Mis propias lágrimas cayeron como si nada cuando vi esa maldita mordida en sus costillas.

No... Esto no puede estar pasando. Ella no..., por favor, ella no... Por lo que mas quieras, mundo, no te la lleves, no a ella...

Sucedió cuando volvimos por los susurradores. —Me explicó, en un hilo de voz mientras yo... Me derrumbaba.— Perdóname, Daryl... Perdón.— Sollozó.—Lo siento tanto...

Capítulo XX: Hogar, Dulce Hogar

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Capítulo XX: Hogar, Dulce Hogar

—¡No! — Dije apenas abrí los ojos. 

No podía respirar bien. Me incorporé, sentándome en el suelo. Miré para todos lados, seguía en uno de los containers donde paramos para pasar la noche con el grupo y eso me hizo volver a la realidad.

Aquella había sido una pesadilla, una maldita y jodida pesadilla.

Mierda, ¡Como si lo necesitara!. Ya tenía bastante con no saber de Neferet desde hace algunas horas, lo último que necesito es verla morir en un puto sueño a causa de una mordida. Es estúpido.

De acuerdo, no pienso volver a dormir.

Bufo, abrazando mis rodillas. Miro a mi costado. Kelly seguía durmiendo, eso me tranquilizó un poco. No quería que viniera a este lugar, pero comprendía el porqué tuve que dejarla. Al igual que yo, tiene una persona vagando ahí afuera que ella necesita encontrar.

Tomando mi chaleco y la ballesta, me incorporé tratando de hacer el menor ruido posible. Salí al exterior. La noche estaba tan fresca... Y solo pude pensar que  Neferet detesta el frío.

Mierda, debo dejar de preocuparme tanto.

Ella está ahí afuera. Ella está bien... Sí, está bien, lo sé.

—Demonios, Nef...— Suspiró, refregándome los ojos con cansancio.—¿En donde diablos te metiste, cariño?

Segundos después, advertí una presencia detrás mío. Volteé. Era Kelly.

— Lo siento, ¿Te desperté?

Ella me sonrió y negó.

Después De La Tormenta ||Daryl Dixon; NeganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora