Capítulo 7.B

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||¿No creiste que..?||

Aléjate de la valla, Neferet. Ahora”

Neferet tragó saliva y en una acción tan consiente como inconsciente apretó el barrote del que se sostenía.

—No.— contestó.

—Neferet...—susurró Negan a modo de advertencia. No provocar más enojo del que ya se vivía actualmente en Alexandria, era lo más prudente.—Cielo, está bien.—siguió con lentitud, solo para que ella lo oyera.

—Neferet, apártate de la valla y camina hacia mi, ahora. —ordenó el Jefe del Consejo.—No es una sugerencia.—

—No.—masculló.

—Cariño, mírame.—pidió el ex-salvador.—Mírame, vamos...—

La pelinaranja cerró sus ojos en lo que soltaba un suspiro y al abrirlos vio esos orbes avellanas que la habían, con esfuerzo, enamorado.

—Ve con él, está bien.—

—No voy a separarme de ti, no después de todo lo que...—

—Neferet, es la última vez. Te sacarán a la fuerza.—advirtió, Gabriel.

—Cielo, ve. Todo estará bien.—aseguró Negan y Neferet frunció el ceño involuntariamente cuando sus ojos picaron provocándole ardor.—Ve.—

—No voy a dejar que te ocurra nada.—prometió, retrocediendo lentamente. Su mano soltó el barrote y sus lágrimas cayeron. Gabriel sujetó su brazo apenas la distancia fue mínima entre ambos y la arrastró fuera de la celda.

Negan refregó su rostro con fuerza y se recargó pesadamente sobre la valla.

—Mierda.—

[•••]

—Suéltame.— gruñó Neferet, forcejeando con la mano que firmemente apretaba su antebrazo.—¡Gabriel, suéltame!—

El Jefe de Consejo la soltó, volviendo a la realidad, pues estaba sumido en un profundo enojo, sintiéndose burlado por ella. Neferet le estaba viendo la cara a toda Alexandría, acostándose con el mismo tipo que tanto daño les había hecho. Llegando a quemar la comunidad, quitátdole la vida a buenas personas, y provocando una fría y sanguinaria guerra.

—¿Cómo?— cuestionó, perdido.—¿Cómo fuiste capáz?—

—¿Capáz de qué?—masculló, furiosa.

—De estar con un sujeto así.—

—Él no es el mismo. Ha cambiado. —aseguró.—¡Tú lo sabes! ¡No puedes matarlo!—

—No es algo que puedas decidir.—la enfrentó.

—Si lo es. —contradijo, altiva y estoica. —Soy miembro del Consejo, tanto como tú, como Michonne, como Siddiq. Y también fui testigo de todo lo que sucedió y no importa lo que haya de por medio, voy a defenderlo.—

Gabriel frunció el ceño. Ella estaba dispuesta a todo por ese amor que para él, no era más que una fantasía o alguna clase de manipulación por parte del ex-salvador en la que Neferet había caído.

—Tendrás la oportunidad de contarlo en el Consejo. Si no lo haces, hablaré yo .—

—Atrévete.—instó.—  Ya no les tengo miedo.—

Después De La Tormenta ||Daryl Dixon; NeganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora