Capítulo 21.A (II)

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Capitulo XXI: Segunda Parte; Divergente



Di una larga calada al cigarro y exhalé el humo por la boca.

Apenas estaba amaneciendo.

Tenía la vista fija en en el cielo, mientras descansaba en la mecedora del porche.

Esperaba a que Neferet despertara para poder irnos.

Honestamente, no había vuelto a hablarle desde anoche. Seguía sin saber cómo sentirme al respecto y por ahora, solamente estaba molesto. Con ella, conmigo, con esa mujer, con todo, maldición.

¿Por qué todo tiene que ser siempre tan difícil entre nosotros?

¿Por qué no podemos estar en paz?

Parece como si un perro nos hubiera meado en las alianzas el día que me propuso casamiento, dándonos mala suerte o lo que sea.

Di otra calada.

Al cabo de unos pocos minutos, sentí movimiento dentro de la casa. Ella había despertado.

La puerta de entrada rechinó al ser abierta. Alcancé un poco a verla de reojo, pero no la miré directamente. Ella se recargó en el marco, tímida.

—No me despertaste...

La ignoré. Porque la voz tierna y ronca que tenía por las mañana llegaban a provocarme y se supone que estoy molesto como para que eso suceda.

—¿Pudiste dormir un poco?

—Sí.—Respondí seco.

—¿Ya tenemos que irnos?

Me tomé mi tiempo en contestar, dándole una larga calada al cigarrillo. Solté el humo lentamente y asentí.

—Sí, así que, si tienes que despedirte de alguna mierda de aquí o lo que sea, te recomiendo que te des prisa.

La sentí jadear, probablemente enfadada.

—Yo no... —Pero no acabó su frase, tan solo gruñó molesta y se metió de vuelta a la casa, dando un portazo.

Di otra calada.

[•••]

Debíamos volver por la moto, así que nos quedaba un largo paseo por delante.

El clima había mejorado un poco. Seguía haciendo algo de frío, pero el sol estaba bastante fuerte.

Perro caminaba entre medio de nosotros. Él representa una especie de línea invisible que nos separa a Neferet y a mi. Ella va por un lado, yo por el otro.

Ninguno de los dos habla y es... Terriblemente incómodo.

La vi de pronto tomar la cantimplora de su bolsillo. Presté atención a cada detalle porque... Bueno, no puedo evitarlo, ni siquiera estando enojado. La tapa del recipiente parecía no querer ceder, por lo que ella comenzó a quejarse mientras trataba de abrirla.

Después De La Tormenta ||Daryl Dixon; NeganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora