Capítulo 3. B

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||El Tiempo ||

6:00 A. M

HORA 1

Ring... Ring... Ring... Ri...

La mano de Neferet arremetió contra el despertador a primera hora de la mañana.

—Quiero dormir... —gimoteó contra almohada; sin embargo, a su mente llegaron las múltiples tareas que debía hacer y al abrir sus ojos su primera vista fue silla contra la pared. Cargaba una caja delgada y larga, y por encima había algunas prendas de ropa desparramadas.

Una bonita y perezosa sonrisa apareció en su rostro al leer la inscripción de esa caja.

"Scrabble".

Algo tan tontos y simple le trajo tan bonitos y afables recuerdos...

Y otra vez, Negan estaba entre sus primeros pensamientos del día.

HORA 2

—Buen día, dormilón. —saludó la pelinaranja a su hijo, mientras preparaba el desayuno para ambos.

—Hola, mamá. —saludó, neutralmente, Nilo mientras bajaba por la escaleras con su arco en la mano y el carcaj en su espalda con varias flechas.

—¿Te vas? —arrugó el entrecejo al verlo armado a tal hora de la mañana.

—Si, papá iba a preparar el desayuno para Carol y para mi... Y luego ella iba a verme con el arco—explicó.—No te molesta, ¿no? —

Algo picó con fuerza los ojos de la pelinaranja, sin embargo sonrió y negó con su cabeza.

—Que te vaya bien. —deseó.

[•••]

Lydia se removió intranquila y despertó de su sueño cuando sintió un cuerpo hundiendo el otro lado de la cama.

—¿Qué haces aquí? —bufó roncamente. Neferet mantuvo su vista en el techo y se cruzó de brazos.

—Abrázame.—pidió, encaprichada. Lydia se hundió entonces contra su almohada y debajo de las frazadas sacó uno de sus delgados brazos para rodear su estómago. —Gracias.—

HORA 4

A las diez de la mañana del mismo día, el vigía de ese entonces fue relevado por Eugene.

Vaya sorpresa se llevó el científico ante su suerte, pues a través de sus binoculares, descubrió una pequeña oleada de caminantes en dirección a la comunidad.

[•••]

Gage y Laura se encargaron de los pocos errantes que Eugene había descubierto esa mañana, y rieron dando por finalizada su tarea.

Pero no fue hasta que la ex-salvadora divisó otra oleada de muerte que su sonrisa se disolvió, comprendiendo que solo dos lanzas no podrían detener a tal cantidad.

HORA 6

Ante una amenaza potencialmente más peligrosa, Aaron entró en el juego y llevó consigo a sus guerreros para eliminar el mal acechando Alexandría.

HORA 11

Aaron mató al caminante que le había caído encima y apartó su rostro ante la sangre salpicándolo.

Después De La Tormenta ||Daryl Dixon; NeganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora