𝐌𝐢 𝐩𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐦𝐞𝐬𝐭𝐢𝐳𝐨 ((𝑺𝒆𝒗𝒆𝒓𝒖𝒔 𝑺𝒏𝒂𝒑𝒆))

La pista

Luego de esa tarde con Severus no volvimos a hablar, ahora estoy junto con Moody intentando entender la pista, por suerte el rubio no se enteró de lo sucedido con Snape.

" En lo profundo y oscuro estoy,
normalmente todos me temen,
soy una bestia enorme y estoy protegiendo algo muy preciado para ti, si quieres llegar a mi, tendrás que buscar sin fin por una hora" - repetí en voz alta

- No tiene sentido - contesto Moody

- Se supone que tú deberías saber cuál es la siguiente prueba - reproché frunciendo el ceño

- Puede que estuviera un poco distraído cuando Albus lo menciono - contestó con una sonrisa "inocente"

- No tienes remedio - comenté

- Vamos, utiliza esa cabeza inteligente - rodé los ojos

Seguimos un rato más intentando entender, mi cerebro hizo un click

- ¡Eso es! - exclamé parándome

- ¿Lo descubriste? - preguntó, me acerque a él sentándome a su lado

- Es el calamar gigante, una bestia temida que vive en las profundidades del lago negro, un lugar oscuro - contesté mostrándole la pista para que la lea

- Tienes razón, dice que tendrás que buscar sin fin por una hora, ese debe ser el tiempo que tendrás - agregó

- Tengo que ver cómo hacer para poder respirar bajo el agua por una hora - comenté pensativa

- Y tendrás que estar preparada para efrentar a las criaturas que viven en el lago - contesto

- Bien, le quitaré algunas branquialgas a Slughorn, eso será suficiente - avisé, Alastor asintió

- ¿Y que hay de la llave? - preguntó

- No lo sé con certeza, pero dice que está protegiendo algo muy preciado, debe de estar dentro de algo que se pueda abrir con esta llave - contesté

- Bien, consigue eso y mañana temprano iremos al lago para que entrenes - ordenó

- Está bien, te veo mañana, descansa rubia - tome un par de libros mientras me paraba, crucé a su lado dejando un beso en su mejilla

- Nos vemos - contestó con una sonrisa

Salí del lugar a paso lento, iba pensando en la siguiente prueba tendría que enfrentarme al calamar gigante y probablemente a grindylows, selkies o alguna otra criatura fea de ahí.

Fuí hasta la habitación, ya era tarde, aproveché para tomar mi capa de invisibilidad, me la puse y fui directo a dónde el profesor de pociones guarda sus ingredientes.
Caminé sin prisa por los extensos pasillos del castillo, abrí la puerta con facilidad ya que como siempre, no tenía seguro.

- ¡Lumos! - exclamé seguido de un leve movimiento de varita, una luz salió de esta permitiendome ver

Busque entre los montones de frascos de todo tipo de tamaño, color y contenido.

- Ahí estan - susurré viendo los frascos con las algas, tome un par y salí del pequeño lugar

Apagué la luz de mi varita y volví a caminar por los pasillos de Hogwarts, ahora solo iluminados por la tenue luz de una lejana y creciente luna.
Llegué directo a cambiarme y dormir.

Al día siguiente desperté más temprano que todos como siempre, me puse un short oscuro, una camiseta azul y mi porta varita negro en la pierna.

- ¿A dónde vas así? - pregunto en tono bajo y preocupado Agilbert