La propuesta

757 71 16
                                    

La tarde paso con rapidez, las familias hablaban felices, los Evans estaban encantados cada vez más con James y sus habilidades, Sirius estaba emocionado por su amigo, mis padres orgullosos de su hijo y sorprendidos de las habilidades de Lily al ser hija de muggles, mientras que Moody seguía algo molesto, apenas hablaba para contestar preguntas.

El atardecer se hacía presente dejando unos hermosos tonos naranjas en el cielo, todos salimos afuera a mirarlo, James tomo la mano de Lily y la separó un par de pasos más lejos de nosotros, todos nos pusimos a su alrededor, Alastor se quedó mirando con las manos tomadas detrás de su espalda, me acerque poniendo mi mano junto con las suyas y recostando mi cabeza en su hombro.

- Lily, hemos pasado por mucho, tuve que insistir bastante para poder llegar a ti y no fue fácil conquistarte, pero lo intenté una y otra vez porque algo me lo decía, algo dentro de mi decía que eras tú, siempre fuiste tú - tomo aire nervioso - desde el día que aceptaste una cita conmigo me hiciste el hombre más feliz, hoy estoy orgulloso de poder decir que eres mi novia, pero también quiero no solo decir que eres mi novia, quiero decir que eres la señora Potter - se arrodilló frente a la pelirroja - Lily ¿Aceptarías a este tonto e incompetente como tu marido? - pregunto sacando una pequeña cajita con un anillo dentro

La joven llevo sus manos hacia su rostro sorprendida, se quedó mirando unos segundos a mi hermano

- Claro que si James - contesto emocionada y se lanzó a los brazos del chico

Una pequeña lágrima callo por mi mejilla

¿Algún día existió la posibilidad de que él y yo estuviéramos así?

Sacudí mi cabeza, no quería pensar en eso, no ahora.
Nuestros padres aplaudieron y se abrazaron emocionados, Sirius saltaba de la alegría y Petunia solo miraba enojada de lejos.

Moody pasó su mano por mi rostro quitando el rastro de la lágrima, levanté mi vista viéndolo con una pequeña sonrisa.

James se paró junto con Lily y puso en su mano el anillo, se volvieron a abrazar entre risas y besos. Algo dentro de mi me golpeó fuerte haciendo que mi pecho doliera.

Volvimos dentro de la casa, nos sentamos en familia a comer, todos hablaban amistosamente muy felices, definitivamente el casamiento de mi hermano y mejor amiga era algo que los iba a tener ocupados por días.

Moví mi tenedor de un lado a otro en el plato, no tenía hambre y tampoco quería ser una aguafiestas pero aún así me levanté, pedí disculpas y salí de la habitación.

Subí al techo, me senté al borde de este admirando el hermoso cielo estrellado que había ese día, solté un suspiro.

¿Algún día él me habria puesto matrimonio?

Un rubio alto y robusto se sentó a mi lado

- ¿No es linda? - pregunté mirando el cielo

- Lo es - contesto - Pero me parece que en realidad la razón por la que la noche puede verse así de hermosa seguramente no es a causa de esas estrellas o luces, es a causa de nosotros - agregó viéndome con una sonrisa

No pude evitar sonrojarme levemente ante su comentario

- Alastor yo..

- No digas nada - pidió

Suspiré y volví mi vista al cielo nocturno

- Estás pensando en él ¿Verdad? - pregunto

- Me gustaría decirte que no, pero sería mentirte - contesté

- ¿Y por qué quieres decirme que no? - pregunto

- Porque quiero tener algo contigo y olvidarme de que él existe pero a la vez no quiero ser injusta si se que no te amo - confesé

Giro su cabeza para verme, sus ojos me analizaron unos segundos para luego volver a sonreír.

- Tranquila, sin compromisos - acercó su rostro al mío - solo quiero divertirme y que olvides un rato a ese idiota - agregó dejando un rápido beso en mis labios

- ¿No te importa entonces? - pregunté

- Solo disfrutemos mientras podamos - contesto

- ¿Por qué estabas enojado hace un rato? - pregunté

- Bueno es difícil salir con un buen humor cuando alguien calienta la comida y después de todo no se la come - contesto, logro que volviera a ruborizarme

- ¡Ey! Tú fuiste el que empezó

- Oh no señorita, fue usted la que vino a sentarse sobre mi y besarme, yo estaba sentado tranquilo - contesto

Volví a sentarme sobre sus piernas

- ¿Te refieres a esto? - pregunté con una sonrisa

- ¿Te gusta torturarme verdad? - pregunto

- Me encanta - contesté cerca de su oído mordiendo con suavidad el lóbulo de su oreja

Se retorció levemente bajo mi cuerpo tirando su cabeza hacia atrás.

- Juro que si algún día terminas en mi cama no sales caminando - dijo con la voz ronca

- Eso lo veremos - contesté guiñándole un ojo

Me pare y salí caminando con aires de victoria hasta la parte baja de la casa.

Al llegar tome un short algo corto y un buzo de manga larga del Auror, me puse ambas cosas y volví a la sala con un libro en mano, aproveché que ya todos estaban durmiendo y me senté sobre el sillón con la piernas estiradas sobre este.

A los pocos minutos apareció Alastor.

- Te queda bien mi buzo - comento mientras se acomodaba sobre mi

- Un poco grande diría yo, pero cómodo - contesté

Recostó su cabeza sobre mi pecho, di un par de caricias en su cabello y luego continué con mi lectura.

Leí un par de capítulos más hasta que mi vista empezó a doler un poco, deje el libro sobre la mesa más cercana al sillón, el Auror se había dormido.

- Alastor.. - le llamé

- ¿Hmm? - hizo un sonido con su boca aún algo dormido

- Levántate - ordené

No me contestó, solo se movió un poco abrazándome con fuerza.

- Alastor no podemos dormir aquí, vamos al cuarto - insistí

A regañadientes se levantó, no sin antes darme un beso.
Lo miré hasta que llegó al cuarto, apagué la luz de la sala y fui detrás del rubio.

Estaba recostado de espaldas a la puerta, me acerque con total lentitud y me recosté a su lado abrazándolo, se limito a tomar mi mano dejando un beso sobre esta y la acomodo sobre su pecho.

- Buenas noches lindo - dije con una sonrisa

- Buenas noches hermosa - contestó

Con una sonrisa lo abracé con fuerza y cerré mis ojos dispuesta a dormir.














































𝐌𝐢 𝐩𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐦𝐞𝐬𝐭𝐢𝐳𝐨 ((𝑺𝒆𝒗𝒆𝒓𝒖𝒔 𝑺𝒏𝒂𝒑𝒆))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora