Ah sí claro

749 88 90
                                    

Desperté porque al parecer alguien abrió las cortinas logrando que el sol me molestará.

A regañadientes me apoye sobre mis codos mirando con dificultad la habitación

- Buenos días dormilona - saludó Alastor

- ¿Tú quién eres y que haces en mi casa? - pregunté divertida viendo la elegante ropa del hombre

- No seas exagerada, tengo una reunión más tarde - explico

- Con razón - contesté, rodó los ojos

- Tu madre me pidió que te llamara porque está pronto el desayuno - aviso

- Okey ya voy - dije parándome

Fuimos juntos hasta el comedor, nos sentamos junto con mis padres, estaban al parecer hasta orgullosos de ver a Alastor de traje para una reunión, la escena daba algo de ternura.

- Muy rico todo, iré a terminar de arreglarme para que no se me haga tarde, con permiso - dijo el rubio mientras se paraba

Cuando entro al dormitorio cerrando la puerta mis padres me miraron.

- Es un buen chico - comento papá

- Y es muy educado y amable - agregó mamá

- Lo es - afirme con una sonrisa

- ¿Tienes algo con él? - pregunto papá

Hizo que casi me ahogara con la comida

- ¿Que clase de pregunta es esa papá? Claro que no - contesté

- Ah si claro - contesto él

Me pare limpiando mi boca con una servilleta

- Voy a cambiarme - anuncie y salí rápido hasta el cuarto

Abrí la puerta y lo primero que veo es al hombre parado frente al espejo intentando acomodarse el pelo.

- ¿Tan novia y sin bonito? - pregunté divertida

- ¿Ese es tu intento de coqueteo? Con razón se hizo mortifago - contestó

Fruncí el seño y le tire la primera almohada que encontré. Su peinado se desarmó.
Me senté sobre la cama, abracé mis piernas y escondí mi cabeza entre estás.

- ¡Ey! - se quejó por su peinado, claramente lo ignore

- Oh linda, lo siento - se disculpo mientras se acercaba para abrazarme

Levanté mi cabeza para verlo. Me acomodé de piernas cruzadas, tome el peine que tenía en sus manos y me dediqué a volver a armar su peinado.
Podía sentir su mirada insistente sobre mi rostro.

- Listo - anuncie con una pequeña sonrisa

- Gracias - contesto algo distraído

- Será mejor que te vayas, no será bueno si llegas tarde - avisé

- Si, tienes razón ¿No quieres ir conmigo? - pregunto

- Iré a visitar a Narcissa, ve tranquilo - contesté

- Está bien, te veo luego - se despidió

Posó sus manos sobre sus rodillas para pararse, antes de que lo hiciera tome su brazo y dejé un beso en su mejilla.

- Cuídate - dije con una pequeña sonrisa

Quedó mirándome totalmente inmóvil, solté lentamente su brazo.

Sus ojos azules deambularon por mi rostro examinando cada parte de este, inquietos, insistentes. De un momento a otro se paró y salió de la habitación

𝐌𝐢 𝐩𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐦𝐞𝐬𝐭𝐢𝐳𝐨 ((𝑺𝒆𝒗𝒆𝒓𝒖𝒔 𝑺𝒏𝒂𝒑𝒆))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora