Gracias

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La noche se abría paso y se hacía notar con el descenso de la temperatura y como dejaron de entrar rayos de luz por la pequeña ventana de la habitación.

Eileen estuvo contando anécdotas de Severus cuando pequeño toda la tarde, para su suerte el pelinegro hace un rato se había dormido con la cabeza sobre mis piernas.

- Ya es tarde, creo que será mejor que vuelva a casa - comenté

- Quédate a cenar - pidió en su típico tono amable

- No es necesario, ya estuve molestando bastante hoy - contesté

- Insisto querida, eres bienvenida siempre aquí y me haría feliz que te quedarás - insistió

- Está bien, solo si me deja ayudarle con la cena - contesté

- Me parece un trato justo - dijo con una sonrisa

Agregó que todavía no iba a cocinar, mi mirada se dirigió al chico que dormía tranquilamente sobre mis piernas, una sonrisa se formó en mi rostro.

- Gracias - hablo la mujer

- ¿Gracias? ¿Por qué? - pregunté extrañada

- Por estar aquí a pesar de todo lo sucedido, soy conciente de lo que hizo mi hijo y de la relación que tenían - contesto

- Amé mucho a Severus desde un principio y dolió bastante lo que hizo - aclaré

- Lo sé y le hice darse cuenta de su error, cuando entendió que te había perdido era imposible hacer que saliera de su habitación, lo único que hacía era llorar encerrado - comento

- ¿En serio? - pregunté

- Si, creo que es la primera vez que le veo dormirse tan fácil en años - agregó

- Cuando empezamos a salir, la vez que se quedó a dormir conmigo luego del baile, me lo dijo, me dijo que le costaba dormir y que estando a mi lado le era mucho más fácil - comenté

- Se nota que es feliz a tu lado, gracias por hacer feliz a mi hijo

Volví a mirar a Severus con una sonrisa, acaricie con cuidado su rostro.

- Admito que me asusté cuando me di cuenta de lo que sentía por él - comenté

- ¿Sentías? - pregunto

- Siento.. - corregí, Eileen sonrió

Decidimos empezar con la cena, me levanté con total cuidado para no despertarlo y le acomode bien, lo tapé con la chaqueta que tenía puesta y salí atrás de Eileen no sin antes dejar un beso en su frente.

Ya en la cocina, pasamos un lindo rato juntas, a decir verdad Eileen siempre fue una mujer muy buena y amable, las pocas veces que vine a la casa de Severus siempre me recibió de una buena manera.

- Yo termino esto ¿Puedes ir por Severus? - pregunto

- Si, yo voy - contesté sonriente

Volví hasta la habitación, me agache frente al Slytherin y acaricie con cuidado su rostro.

- Sev... - le llamé

Se movió un poco para luego abrir sus ojos lentamente

- Hola - saludé feliz

- ¿Estoy soñando? ¿Acaso morí y estoy en el cielo o algo así? - preguntó con la voz ronca

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al escucharlo hablar en ese tono nuevamente

𝐌𝐢 𝐩𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐦𝐞𝐬𝐭𝐢𝐳𝐨 ((𝑺𝒆𝒗𝒆𝒓𝒖𝒔 𝑺𝒏𝒂𝒑𝒆))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora