𝐌𝐢 𝐩𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐦𝐞𝐬𝐭𝐢𝐳𝐨 ((𝑺𝒆𝒗𝒆𝒓𝒖𝒔 𝑺𝒏𝒂𝒑𝒆))

Es hora de soltar

Los días pasan con rapidez, lo único que hago es "estudiar" y entrenar con Moody, a decir verdad nada interesante; por suerte a estas alturas había logrado mejorar bastante mi físico y tenía mejores técnicas para una batalla mano a mano.

Luego de un día largo caminé sin apuro encontrándome al rubio en una zona no muy lejana a la casa.

- Hola - saludé con una pequeña sonrisa

Solo me miró tomando un trago de lo que sea que tenía en su copa.

- ¿No has visto a Fontaine hoy? - pregunto

- No estuve en la casa en casi todo el día - contesté

- Yo tampoco, mejor vamos, no creo que se ponga contento si no nos encuentra - comentó

Caminamos en silencio hasta la pequeña cabaña, segundos luego de entrar apareció el hombre al que esperábamos.

- Buenas tardes chicos - saludo sonriente

- Buenas tardes - contesté, el rubio solo hizo un movimiento de cabeza en forma de saludo

- Julieta ¿Cómo vas con los estudios? - pregunto, Alastor y yo nos miramos

- Bien, creí que sería más difícil - contesté indiferente alzando los hombros

- Siempre fuiste más rápido que el resto, no me extraña que te sea fácil - comento feliz - ¿Que te parece si te hacemos un examen? - pregunto

- ¿Un examen? - pregunté alzando una ceja

- Así es, si lo haces bien te daré el comprobante de que terminaste tus estudios y si tienes algo mal te vas a enfocar en trabajar solo eso - explico

- Me parece bien - contesté - ¿Entonces si lo hago todo bien podré volver antes a casa? - pregunté

- Ya estás en casa Julieta - contesto el director

- Lo sé, pero me refiero a que quiero ver a mis padres Agilbert - aclaré

- Si, podrás ver a tus padres antes - afirmó

Me dió un listado de temas que iban a entrar en dicho examen, no era difícil por suerte.

- Bien, es hora de que me valla - anunció el hombre abriendo la puerta de la casa

- ¡Espera! - volvió su vista a mi - ¿Puedes entregarle esta carta a Dumbledore? Él sabrá que hacer - pregunté extendiendo dicha carta

- Se la entregaré, no te preocupes - contesto

Se volvió a despedir y salió de la casa desapareciendo en cuestión de segundos

- ¿Para que es la carta? - pregunto Moody

- Es una carta para despedirme, es hora de soltar todo lo que me hace mal - contesté pensativa

El hombre me miró dudoso pero entendió que no tenía que hacer preguntas.

Pasamos el resto del rato hablando de tonterías, cocinamos algo simple para comer y nos quedamos hasta tarde recostados sobre el techo de la casa admirando el cielo nocturno.

Narra Severus

Desde que Julieta se fue quede solo, no tenía a nadie tan cercano, Lily no me quiere ni ver y el resto no son gente que me caiga tan bien que digamos.

Todo volvió a ser como antes, soy un centro de burlas y aún voy a llorar y esconderme en ese baño abandonado con la inútil esperanza de que como en los viejos tiempos Julieta llegué para abrazarme y decirme que todo va a estar bien.