Pelado sin nariz

850 87 36
                                    

Abrí mis ojos, estaba en San Mungo, los dos directores y el Auror estaban sentados en distintos muebles de la habitación mirando el suelo con una expresión para nada agradable.

Ninguno se percató de que había despertado.

Cerré mis ojos recordando cada momento en la mansión.

Eres un traidor, eres un traidor, eres un traidor, eres un traidor...

Bienvenido Severus...

Una lágrima se escapó por mi mejilla callendo velozmente por esta

Él es un mortifago

Él es uno de ellos

Él te lanzó un crucio

Él nunca te amo...

Mi mente estaba tomando el control

- ¡Basta! - solté furiosa, las lágrimas no dejaban de caer y un vacío enorme inundó mi pecho

- Julieta.. - dijo Agilbert acercándose a mi, se sentó a mi lado tomando mi mano - ¿Estás bien? ¿Quieres que llamemos a alguien? - pregunto preocupado

- No, estoy bien - contesté quitando las lágrimas de mi rostro

- ¿Lograste identificar a alguien? - pregunto el rubio aún sin mirarme

- Si, marque las fotos de los que estaban en la reunión, están en mi chaqueta - contesté, se paró para tomar las fotos

Los tres se sentaron en el sofá de la habitación mirando todas las fotos

- ¿Solo ellos estaban? - pregunto Agilbert

- Estaban recibiendo a tres mortifagos más - contesté

- ¿Tres más? ¿Sabes quiénes eran? - volvió a interrogar el director de Ilvermony

- Si, eran los hermanos Amycus y Alecto Carrow y... - un nudo se formó en mi garganta

- ¿Y..? - pregunto impaciente Alastor analizando aún las fotos

- Severus Snape - concluí, los tres hombres me miraron totalmente sorprendidos

- Ahora todo tiene sentido... - comento pensativo Albus

- ¿Que tiene sentido? - pregunté

- Julieta... - dijo en tono suave Agilbert sin saber cómo continuar

- Atacaron Ilvermony, ellos saben dónde estás - explico sin titubeos Alastor

- ¿Él me delató? - pregunté con cierto tono de dolor

- No tenemos pruebas de que fuera él, pero es lo que tiene más sentido - contestó Fontaine, solté un suspiro frustrada

- Díganme qué nadie salió herido - pedí

- Logramos interrumpir a tiempo como para que no causaran estragos, pero no pudimos evitar la muerte de alguien - informó el rubio volviendo su mirada al suelo

- Maicol murió protegiendo a Hermes Julieta - explico Agilbert

Mi rostro palideció, por mi culpa ahora uno de mis únicos amigos en Ilvermony estaba muerto

Solo la cagas Julieta, no sirves para otra cosa

- ¿Cómo está Hermes a todo esto? - pregunté aún impactada

- Está dolido obviamente, pero lo lleva bien - contesto Agilbert

- Cuando te den de alta te irás a mi casa, yo mismo terminaré de educarte y luego podrás volver con tu familia - anuncio Alastor

- No quiero molestarte... - dije en tono bajo

- La decisión ya está tomada - cortó secamente

Intente relajar mi cuerpo sobre la camilla, las lágrimas volvieron a brotar de mis ojos, el cuerpo me dolía, pero peor era el dolor que no para de crecer en mi pecho torturando mi alma.

El amor es solo una ilusión tonta de los humanos cuando necesitan atención.

El amor nunca fue y nunca será más que un problema mortal, uno que si lo retas terminará por torturarte hasta tu último día.

Una mano que acariciaba mi cabello me saco de mis pensamientos, abrí mis ojos encontrándome con Agilbert.

- Lamento mucho que todo esto te pase a ti - comento en tono triste

- No es tu culpa - contesté

- Pero aún así siento que si lo es - insistió

- El único culpable en todo esto es Voldemort - cortó Alastor - Y bueno... Snape - agregó

- Y pensar que confíe en él, debí saberlo... - comenté frustrada, si no hubiera sido tan tonta quizá Maicol seguiría vivo

- Seguro tiene un explicación Julieta - contesto Agilbert

- Aunque la tenga no me interesa - solté con desprecio - Rogué una y otra vez porque él se negara, porque demostrará que en realidad no quería y saldría a defenderlo. Pero no tuve suerte, no puso ni la más mínima oposición, se dejó poner esa horrible marca y todavía me lanzó un crucio por órdenes del pelado sin nariz - agregué

- ¿Cómo le llamaste? - pregunto en cierto tono divertido Alastor

- Pelado sin nariz - repetí aún molesta

El rubio se tapó la boca intentando no reír, luego de unos segundos analizando la situación me di cuenta de lo que había dicho, los cuatro reímos sin poder evitarlo.

Una sanadora vino a revisarme, al parecer lograron que mi herida sanará rápido, el resto ya lo sabía, el cuarto iba a dolerme por un par de días pero no era novedad para mí. Permitió que me fuera luego de recetar unas cosas para tomar y negarme el poder hacer fuerza y cosas así, nada que no supiera.

Me llevaron hasta Ilvermony, al entrar un pelirrojo sentado en un sillón de cabeza gacha y sollozando llamo mi atención. Me senté a su lado acariciando su espalda

- Me enteré de lo que sucedió, lo lamento... - dije mirando al chico

Levantó su mirada, era más profunda y a la vez más fría que antes, sus ojos estaban rojos de tanto llorar y su rostro bañado en lágrimas

- ¿Lo lamentas? - se paró limpiando sus lágrimas - ¡¿Lo lamentas!? - repitió enojado

- Hermes yo n....

- ¡Por tu culpa él está muerto! - gritó frustrado - Si no hubieras llegado aquí todos estaríamos felices y tranquilos - agrego algo más calmado - Me alegra saber que por fin te vas - termino soltando con desprecio

- Era mi amigo también y me dolió que muriera - contesté levantándome - Y créeme, yo no pedí esta vida - concluí

Salí del lugar directo a la habitación, cerré mis ojos con fuerza y tome aire, no iba a llorar, no de nuevo.

Guardé mi ropa en mi maleta. Empecé a guardar las pocas que tenía en la mesa de luz, la foto de Severus y Lily apareció entre esas cosas.

- Cada vez que me decías que me amabas era una puta mentira... - susurré viendo la foto

La tomé con ambas manos y la rompí hasta que solo quedarán pedazos muy pequeños y la tire a la basura.

Tome mi maleta y salí fuera dónde ya me estaban esperando

- ¿Lista? - pregunto Moody

- Lo este o no da lo mismo - contesté sin ánimos

Los tres hombres se miraron entre ellos con cara de preocupación y sin saber que decir.

- Solo vámonos, ya ni aquí me quieren - comenté viendo triste al pelirrojo que todavía estaba sentado llorando

Tome la mano de Alastor y nos aparecimos en lo que aparentemente es su casa, una cabaña descuidada en medio del bosque.









































𝐌𝐢 𝐩𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐦𝐞𝐬𝐭𝐢𝐳𝐨 ((𝑺𝒆𝒗𝒆𝒓𝒖𝒔 𝑺𝒏𝒂𝒑𝒆))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora