Él

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Estaba ahí, inmóvil, con su mirada distante totalmente fija en mi. El leve viento moviendo un poco su cabello y solo quitó sus ojos de mi cuando Draco hizo un sonido, quedándose con la atención de ambos.

Suspiré, lo pensé un par de segundos, me levanté, le di la vuelta al banco en el que estaba sentada, y con total cuidado me recosté el respaldo de este.

Él seguía ahí parado, a unos pocos pasos de mi, extendí mi mano hacia la suya, tomando la bolsa con hielo que tenía, sintiendo un escalofrío en el momento que sus dedos rozaron los míos.

Con un movimiento lento, coloque cuidadosamente la bolsa sobre su rostro, sus ojos volvieron a chocar con los míos, dejándome los nervios a flor de piel, como si nuevamente fuéramos esos niños, que alguna vez tomaron turnos para poner hielo en el rostro de Snape luego de ser la víctima de una broma de los Merodeadores, como si nuevamente fuéramos esos niños que se miraban con un brillo único sin siquiera saberlo.

Está vez el puso su mano sobre la mía, la bajo lentamente y se acercó, apoyo su frente sobre mi hombro, pude escuchar sus sollozos acompañados de el movimiento algo agitado de su pecho.

Deje sobre el banco la bolsa con hielo para poder acariciar su cabello, con total cuidado, como si se tratara de un cristal altamente frágil.

Sabía a la perfección que él nunca se mostraba así ante nadie, su lado vulnerable era uno de los que la gente menos conoce, en realidad ni siquiera él sabe bien como es.

Y quizá es por eso que él está aquí ahora, porque está vulnerable y lo único que supo hacer es venir conmigo.

- Lo siento.. - se disculpó con un hilo de voz entre sollozos

Giré un poco mi cabeza para dejar poder un beso en su mejilla.

- No tienes que disculparte - contesté

- En realidad razones me sobran, lo que nunca tendré será tiempo y palabras para recompensar todo el daño que te hice

Aunque parezca algo poco probable, podía sentí el dolor que le causaba cada palabra que decía.

Pero tenía razón, son incontables las veces que me falló.

Pero eso ya no me importa, después de todo nunca importó.

Antes de que alguno de nosotros volviera a hablar, unas manitas que tiraban de nuestra ropa captaron nuestra atención.

Lo mire con una sonrisa.

- Creo que ya puedo llevarte con tus padres, seguro estarán contentos de verte

El pequeño Malfoy río contento como si realmente entendiera lo que le decía.

Levanté la mirada buscando a Severus, solo nos miraba con una sonrisa pequeña.

- Estoy seguro que si te lo propones, algún día serás una gran mamá - comentó

Como si eso fuera a pasar

- No lo creo, pero vamos - extendí mi mano hacia el buscando que la tomara

Me miró con sorpresa, pero la tomó, volviendo a causar ese nerviosismo en mi.

Volvimos a la habitación de los Malfoy, Lucius ya se veía mejor y Narcissa enseguida se acercó para tomar a su hijo.

- ¿Te divertiste con July pequeño? - le pregunto mientras le hacía cosquillas, el pequeño niño chilló contento

- Cissy, ya me voy, así veo un rato a Harry y visito a Remus antes de volver a casa - informe a lo que ella asintió

𝐌𝐢 𝐩𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐦𝐞𝐬𝐭𝐢𝐳𝐨 ((𝑺𝒆𝒗𝒆𝒓𝒖𝒔 𝑺𝒏𝒂𝒑𝒆))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora