Ella era extrovertida y divertida, ella era linda y dulce
Él era tímido y callado, nadie lo notaba, era solo una sombra
Ella amaba leer y a él le gustaba escribir
Ella fue la historia más hermosa que él alguna vez escribió
Él fue la obra más inter...
Desperté como ya era de costumbre en la enfermería, abrí lentamente mis ojos intentando acostumbrarme a la luz, me recosté sobre mis codos admirando con dificultad el lugar
- Hasta que despiertas - dijo un voz a mi lado
Aún estaba intentando asimilar lo que sucedió, entonces recordé, estaba con Severus bajo la lluvia cuando todo sucedió
- ¡Severus! ¿Dónde está Severus? - pregunté preocupada
- Primero cálmate - ordenó
- Alastor ¿Dónde está Severus? - volví a preguntar
- Está bien, hace poco Pomfrey le ordenó dormir, está allí - señaló una camilla no muy lejos de la mía
Me levanté tomando un pequeño banco, lo puse al lado de la cama del pelinegro y me senté acariciando con cuidado su cabello para no despertarlo
- ¿Que sucedió? - pregunté aún mirando a Snape
- Dementores los atacaron, por suerte Agilbert estaba cerca - contestó el rubio - ¿Qué estaban haciendo fuera del castillo en un día lluvioso? - pregunto con cierto tono enojado
- No me encontraba bien y Severus solo quería distraerme un rato.. - contesté
- ¿Distraerte? ¿De qué? - pregunto
- De James, se enojo y me hizo una escena en medio del comedor solo por estar con Snape - contesté
- Creí que tu hermano y tú se llevaban bien - suspire
- Así era, pero parece que no puede aceptar que encontré a alguien que me hace feliz - contesté
- Está celoso, es tu hermano, solo está sacando su lado protector, verás que pronto lo va a aceptar - comentó intentando amortiguar la situación
- Eso espero... - contesté - ¿Por qué habían dementores en el bosque? - pregunté
- Supuestamente vieron mortifagos en el bosque, estaban cuidando - contesto
- ¿Mortifagos? ¿Y si me están buscando? - pregunté preocupada
- Estarás bien, tienes que estar tranquila - contestó
El pelinegro despertó, pasó sus manos por su rostro para luego estirarse, dirigió su mirada hacia mi y sonreímos, se sentó al borde de la cama frente a mi.
- Hola - saludé con una sonrisa
- Hola - contesto con la voz un poco ronca
Se agachó levemente para llegar a mi uniendo nuestros labios
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- No coman adelante de los pobres - gruñó de brazos cruzados Alastor
