𝐌𝐢 𝐩𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐦𝐞𝐬𝐭𝐢𝐳𝐨 ((𝑺𝒆𝒗𝒆𝒓𝒖𝒔 𝑺𝒏𝒂𝒑𝒆))

"𝑻𝒉𝒆 𝑴𝒂𝒓𝒂𝒖𝒅𝒆𝒓𝒔"

Estos últimos días fueron agotadores, mi día se resumía a el trabajo y Alastor, cuando no estaba trabajando iba a San Mungo para estar con mi amigo, aunque ya estaba bien, dijeron que querían asegurarse y por eso lo tenían aún allí.

También al parecer, los chicos lograron convencer a Remus de que tuviera su propia tienda, le consiguieron un lugar bastante amplio en el callejón Diagon, le prometieron ayudarlo y acompañarlo para que no estuviera solo. James y yo acordamos usar parte de nuestra herencia para comprar los artículos que nuestro amigo quiera vender.

Ahora el licantropo me estaba acompañando para darle un pequeño regalo a Moody, hoy es el día en el que volverá a casa.

- ¡Buenas! - saludé entrando a su sala

- Hola Moody - saludo también Remus

- Hola chicos

- Tenemos algo para ti - comenté con una sonrisa

El rubio me miró alzando una ceja en desconfianza

- No me mires así, es algo bueno

Ahora miro a Mooney buscando su aprobación

- Puedes estar tranquilo, si es algo bueno - aclaró Lupin

- Bien ¿Que es?

Hace un par de días, logramos conseguir una pierna de madera, no era la gran cosa, pero le iba a facilitar su movimiento y ya no tendría que utilizar dos muletas molestas.

Remus le mostró el regalo.

- ¿Eso es...una pierna? - pregunto volviendo a alzar una ceja

- Bueno, estos últimos días intentaste caminar con las muletas y te era casi imposible, dijeron que con esto y un simple bastón, podrás caminar mucho mejor - contesté

- No lo había pensado, gracias chicos

- El mérito es de ella - aclaró con rapidez Remus

- Fue un trabajo de todos, el resto de los chicos también me ayudaron a buscarla

Ayudamos al Auror a sentarse y el mismo se colocó la pierna, le dimos un bastón y se paró con algo de dificultad.

- ¿Cómo te sientes?

- Mejor que con las muletas

Miró hacia abajo soltando un suspiro, intentando prepararse y cojeando un poco, salió caminando junto a nosotros de San Mungo.

Dejamos a Moody en casa, dijo que quería darse un baño y dormir en una cama cómoda así que aprovechamos para ir a la futura tienda de Lupin dónde ya nos estaban esperando los chicos.

La tienda está prácticamente al fondo del callejón y es probablemente la más grande de todas, tiene unos ventanales enormes en la parte frontal dejando ver el interior, cuando llegamos nuestros amigos estaban mirando todos los muebles listos para empezar a ingresarlos.

Saludamos a todos y Remus saco sus llaves para abrir, como nuestra primera vez en el lugar, aunque no tenía nada dentro, miramos todo de arriba hacia abajo examinando cada mínimo lugar.

En cuestión de segundos, Lily ya se paseaba emocionada imaginando que cosa iría en qué lugar y como estaría organizado todo.

- Bien, bien, cariño tranquila, vamos de a poco ¿Si? - pregunto James tomando las manos de su mujer intentando que se calmara

- Este lugar es enorme, seguro que llamara la atención de muchos - comento Peter

- Y más cuando esté lleno ¿Que estamos esperando? ¡Manos a la obra! - exclamó Sirius