Te amo

1.4K 128 72
                                    

Suspiros salen uno tras de otros de sus bocas, sus labios chocaban ferozmente creando una guerra de placer y pasión. Él está en todos lados, en las caricias en su abdomen por debajo de su ropa, en los besos que recorren su clavícula, su cuello y su rostro ansiosos por contacto, por saborear su piel; sobre ella apoyado en sus rodillas y codos procurando no dejar caer todo su peso.
La diferencia era clara, él siempre fue mucho más grande que la chica pero eso era lo que a ella más le gustaba, sentirse pequeña ante él pero protegida en sus brazos.

Empezó a bajar con besos sobre mi ropa por mi torso y mi abdomen hasta llegar a la parte baja de mi buzo, sus frías manos rozaron mi piel buscando quitar la prenda, me levanté un poco para ayudarlo, quedó admirando mi cuerpo más de lo que hubiera querido, un rubor inundó mis mejillas e inconscientemente puse mis brazos intentando taparme, el negó tomando mis manos, dejo un beso sobre ella emprendiendo un camino para sus labios saboreando cada parte de mi piel desde los brazos hasta la clavícula, el cuello y luego cada pequeña cicatriz que adornaban distintas zonas de mi cuerpo.

Cambié de roles dejándolo bajo mi cuerpo, pase entre sus piernas empezando a deleitarme con su piel dejando besos desde la zona baja de su abdomen desabrochando con lentitud su camisa hasta llegar a su cuello el cual besé y mordí a gusto; me acomo...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cambié de roles dejándolo bajo mi cuerpo, pase entre sus piernas empezando a deleitarme con su piel dejando besos desde la zona baja de su abdomen desabrochando con lentitud su camisa hasta llegar a su cuello el cual besé y mordí a gusto; me acomodé sobre él sentándome sobre sus caderas sintiendo con claridad ese bulto que se formó en su zona baja, un gemido salió de su boca ante el contacto, mordí mi labio inferior ahogando gemidos mientras movía mis caderas sobre las del chico haciendo una fricción que nos torturaba a ambos, se sentó tomando mis piernas con fuerza, para dejarme nuevamente bajo de el a su completa merced, quitó mi pantalón dejándome solo en ropa interior frente a él, nuevamente como un reflejo quise cubrir mi cuerpo con mis manos y brazos.

- ¿Desconfías de mi? - pregunto - si no quieres hacerlo sol tienes que decirlo

- Solo no quiero decepcionarte, se que no soy la mujer más agraciada de todas - contesté con timidez, tomó mis manos

- Eres tan hermosa y no lo sabes. Te miras al espejo y te cuesta creerlo porque con frecuencia te comparas con las demás chicas, sin darte cuenta que después de todo la belleza es relativa, algunos tienen gusto por los gladiolos, otros por los tulipanes, otros por las margaritas; mientras que hay otros como yo que podemos ver más allá de la ilusión y no nos convence definir a la belleza por la redondez de un culo, el volumen de los senos o la distancia entre cada hueso de la cadera ¿Cómo quieres que te explique que eres hermosa? Así como tú decías que si pudiera verme con tus ojos me querría un poco más, tú tendrías que estar ahora viéndote con los míos para entender que probablemente verte ahora así frente a mi es la vista más hermosa que alguna vez tendré - sus palabras llegaron a mi como un balde de agua fría, a él no le importaba las horribles marcas en mi cuerpo o si tenía algo a lo que le llamara "defecto", para él era solo un detalle más que me hacía hermosa

- Así como tú me amas a pesar de mis miles de defectos, yo te amo con todo mi ser y si para tí tienes defectos, para mí ya no existen, son solo un detalle que te hacen tan única y hermosa - agregó

𝐌𝐢 𝐩𝐫𝐢́𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐦𝐞𝐬𝐭𝐢𝐳𝐨 ((𝑺𝒆𝒗𝒆𝒓𝒖𝒔 𝑺𝒏𝒂𝒑𝒆))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora