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Oscuridad. Es lo único que encuentro a mi alrededor. Hace un momento me encontraba tratando de conciliar el sueño pensando en Ben y ahora me siento perdida. Veo hacia los lados pero no encuentro nada, así que empiezo a caminar para buscar alguna salida de esto, pero por alguna razón no tengo miedo o temor de que me pierda, es más, siento que conozco el camino que me guía a alguien o algo. Siento mas tranquilidad con forme voy avanzando, hasta que oigo a lo lejos un par de pasos.

Me detengo en blanco. Mis latidos se aceleran, siento como mis piernas se debilitan y mi respiración va mas rápido. No me volteo. Oigo como los pasos se detienen justo de tras de mi. Oigo su reparación. Poco a poco siento su tacto en mi brazo derecho y baja hasta toparse con mi mano, la sujeta con firmeza y no la suelta. Siento como una corriente eléctrica viaja por todo mi cuerpo al sentir como respira en mi cuello y acaricia lentamente mi mano.

 Los recuerdo de esa noche invaden mi cabeza. Él, sus labios, su respiración, su perfecto aroma, su cercanía que me debilita, las caricias y los besos sin control.

-También lo sientes ¿verdad? los recuerdos de esa noche, siguen ahí-dice él acercando su voz a mi oído mientras yo cierro mis ojos al escucharlo tan cerca. Es simplemente magnifico.

-¿Es que quieres revivir esos recuerdos?-digo en casi un susurro.

-Es lo que mas deseo-dice con una voz llena de deseo mientras me gira y me pega a su pecho.

Subo la mirada y me encuentro con esos cristales de ojos que tiene. Todo se vuelve un poco mas claro, puedo ver la oscuridad en su mirada y como me atraviesa, respira mas rápido de lo normal y yo siento como el corazón me palpita a gran velocidad. Si no fuera por Ben que me sostiene con firmeza contra su pecho ya estaría en el suelo. Una de sus manos se dirige a mi mejilla y hace pequeños circulos en esta, mientras la otra se encuentra en mi espalda baja haciendo que la tención crezca. 

Va acercando su rostro cada vez más, hasta tal punto que ya no puedo contar cuantos centímetros faltan para que sus labios toquen los míos. No se mueve. Se quedo plasmado y con la respiración agitada. Veo que me quiere torturar de esa manera, pero quiero este beso, no...no solo lo quiero...lo deseo. Así que subo ambas de mis manos a su cuello para darle al menos una indirecta que me besé.

-Deja de hacerlo-dice lentamente a centímetros de mis labios.

-¿Hacer que?

-Lo que haces siempre-dice y susurra con voz ronca lo ultimo-Provocarme.

                                     *                         

Esas fueron sus ultimas palabras para luego despertarme de un brinco de mi cama. Tenia la respiración agitada y sentía como todo daba vueltas. Estaba paralizada con ese sueño que tuve. Siento mi corazón palpitar contra mi pecho y temo que se  pueda salir. No puedo creer que tuve un sueño así con Ben, además de que los recuerdos de esa noche ya los consideraba cosa perdida en el pasado, pero no...siguen ahí.

Nuevamente los recuerdos golpean mi cabeza, todo lo que pasó esa noche sigue fresco. Toco levemente mis labios con suavidad, recuerdo sus labios contra los míos, recuerdo el sentimiento.

Muevo la cabeza alejando esos pensamientos de mi cabeza. No puedo creer que piense en eso. Veo a un lado de la mesita y el reloj marca las 3:00 de la mañana. Me vuelvo a acomodar en mi cama para reconciliar el sueño, pero no lo logro, esos pensamientos viajan en mi cabeza como si fueran aves.  

Trato de pensar en otra cosa, como que hoy veré a Ben ya que dijo que me tenia una sorpresa. Hace una semana que no lo veo, ya que esta muy ocupado con sus obras caritativas y los asuntos del reino, mientras yo estuve ocupada con un trabajo que nos dejo el profesor de historia. Sinceramente lo extraño mas de lo debido o de lo que debería extrañar, siento como si no lo hubiera visto hace meses, eso explicaría porque tengo esa clase de sueños.

Entre tú y yo: Un cuento de la realezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora