Entre tú y yo: Un cuento de la realeza

31.

Ser fuerte no esta en mi vocabulario hoy. Puede que tenga que ser fuerte cuando mas lo necesite, pero hay ocasiones en las que ser fuerte no es suficiente para llevar adversidad, hace falta fe y fuerza para superarlos, pero cuando te encuentras en una posición en la que no sabes cual es tu papel aquí, es cuando quieres desaparecer y no volver.

Así me siento. Cuando veo en los ojos de Ben el melancolismo y el enojo cuando sus ojos se fijan en la chica que llego junto a la Reina, y cuando me doy cuenta su mano ya no sostiene la mía, y de repente siento como todo lo que se había construido se derrumba.

La chica Alice tiene una hermosa sonrisa, cabello pelirrojo largo hasta la cintura y un vestido color verde corto que le queda a la perfección. Esta saludando a los invitados, todos ellos se le acercan con una sonrisa, como si tienen mucho tiempo de no ver a un ser querido el cual se fue por años.

Ahora mismo tengo miedo. Miedo de voltear y ver la expresión que Ben tiene al ver a Chica Perfecta. A pesar de todo no se mueve de mi lado, sigue parado a un lado como un fantasma, como si lo que viera no fuera real, y yo empiezo a sentirme como el mal tercio del lugar.

- Hola Benjamín- saluda la chica Alice con su dulce voz cuando llego frente a Ben.

- Alice, ¿Qué haces aquí?- pregunta Ben con su voz fría e imponente.

- Vine a verte, yo...

- Te lo advertí una vez Alice, se supone que no debías volver.

La aparentemente sonrisa falsa de Alice se desvanece y veo que empieza a enojarse. Mientras yo no hago mas que estorbar en esta discusión y verme confusa. ¿A que se refería Ben con que le advirtió volver? ¿Qué hizo ella ? o mas importante ¿Quién es ella? ¿Es con la que se iba a comprometer?

Mi miedo y confusión crecen mas hasta el punto de no poder quedarme ahí, pero no me muevo, por alguna razón sigo en el mismo lugar en donde nadie se da cuanta que estoy ahí.

- Benjamín, se que cometí un error, pero ya no soy esa personas, yo...

- ¿Tu que? ¿Cambiaste?- Ben empezó a alzar la voz- No me jodas Alice.

- ¡Si! cambie, lo hice por ti- espeta Alice mientras le intenta tomar la mano a Ben- Porque te amo.

Mi corazón se desarma completamente. Ella finalmente consigue la mano de Ben y no la suelta, mientras veo que Ben esta tan enojado que no se da cuenta de tal acto, o al menos eso me gustaría pensar, porque sus ojos no se apartan de los de ella, esta enganchado y aunque lo intentara no podría sacarlo de ahí.

Estaba a punto de irme, cuando una escena hace que mis pies se muevan por si solo y me largue de ahí.  Se besaron. Ella prácticamente se le lanzo enzima y no iba a quedarme a averiguar si Ben la iba a separar o no. Simplemente no me iba a quedar ahí como una estúpida y menos con una pelirroja besando a mi supuesto novio.

Termino entrando nuevamente en la palacio prácticamente corriendo sin importarme cuantas miradas tenga encima. Después de un rato de huir del lugar sin voltear a tras, camino lentamente con la mente perdida y con un ardor fuerte en el pecho. No pude contener las ganas de llorar y al poco tiempo siento como lagrimas sin control caen a los lados de mi rostro. Mi paso se hace débil y me termino sosteniendo de la pared para no caer.

Duele. Duele mucho. Intente ser fuerte hasta este momento, intente sobre llevar los problemas que se vienen con tener que mantener una relación con un príncipe, intente de todo por la persona que amo, pero siento que cada que logro algo una piedra me cae encima.

Lo único que quiero es a Ben. Que me diga que todo es una confusión, que me diga que me ama. Eso es lo que necesito al oír un par de pasos de tras mío y que cada vez se hacen mas fuertes.