Díganme ¿Qué se siente tener todas la miradas encima, que las personas te vean raro y que te tomen fotos de la nada? pues si alguien en este universo se lo pregunte, pues es justo lo que esta pasando. Estoy en clase de ciencias sociales, una de mis favoritas a propósito, y tengo las miradas de la mitad de la clase, ya que la otra mitad ya esta satisfecha porque ya me tomaron una foto. Así que esta es actualmente mi día.
Pronostico del día: Estar aguantando las miradas de...
"Te odio" y "Me quitaste a mi hombre" de parte de las chicas. De los hombre creo que no hay mucho que decir.
Salimos de esa clase y me fui directo a mi casillero para sacar algunas cosas para la siguiente clase. De pronto siento como alguien cae de espalda contra el casillero de alado. Cierro mi casillero para encontrarme con la mirada de Daniel sobre mi.
Y definitivamente no esta tan contento que digamos.
-¿Me contaras absolutamente todo?-dice que él mirándome a los ojos y sin apartarlos. Esta hablando en serio.
-Lo haré.
Termino diciendo para que ambos tomemos camino hacia la parte trasera del instituto para hablar con normalidad y sin las interrupciones del las personas. Pero no importa cuanto lo piense, siento en el fondo que a él no le puedo mentir...No a él, y se que si lo hago me sentiré culpable toda mi vida y eso es algo que no quiero. Pero a mi mente regresa el contrato, mi firma y mi palabra están en el, no puedo simplemente decirlo. Ben esta cumpliendo de algún modo su parte, creo que debería hacer lo mismo.
Llegamos al lugar y estoy nerviosa, siento como su mirada lanza fuego y yo soy un débil pedazo de madera que puede tomar fuego en cualquier momento. Nos sentamos en el suelo y recostamos nuestras espaldas contra la pared.
Solo silencio.
En un momento de valentía me pare frente a él. Lo iba a enfrentar.
-El príncipe y yo tenemos un contrato- Al fin esas fuerte palabras salen de mi boca dejando caer el gran pesor que estaba en mis hombros. Se siente bien decírselo a alguien al fin.
Estaba tan concentrada en mi propio bien que no me fije de que Daniel estaba en shok, como si no podría procesar lo que le acabo de confesar.
-Dime que no es verdad-dice él en un susurro y apretando sus puños a sus constados. Se levanta de un tirón y me toma de los hombros.-Dime que lo que estas diciéndome no es verdad-dice levantando un poco la voz.
Comprendo que este enojado y que sienta frustración, de todas formas soy yo la que le ocasiones esto, que se sintiera así. Pero créanme que ese no es motivo para que me levante la voz y me tome de los hombros. Así que lo aparto de un empujón y retrocedo.
-Escucha, se que esto no te parece bien pero...-no me deja terminar.
-Pues claro que no me parece bien. Te estas involucrando con personas que ni siquiera conoces o entiendes-dice con voz frustrada y enojo. Pero él tenia un punto, yo no lo conocía y Ben a mi no, pero aquí estamos.
-Si dejaras de estar como un psicópata que quiere matarme y actuaras como un perrito obediente a escuchar podría explicarte todo.-digo al final de mi paciencia y dando un paso hacia adelante. Vaya que lo único que no tengo de sobra es mi paciencia.
-¡Bien! como quieras-dice y se sienta de piernas cruzadas y yo frente a él.
Al cabo de unos minutos le explique con detalle la situación. Le dije que Benjamín necesitaba ayuda, que quería liberarse del control de la reina para poder pensar en sus propios ideales (o al menos eso fue lo que me quiso decir), además de poder cancelar un compromiso del cual no sabía mucho. Pero no le dije que él tenia otros planes ocultos, ya que si se lo menciono se pondría como animal loco y la verdad nadie quiere eso.
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Entre tú y yo: Un cuento de la realeza
Fiksi RemajaHabía una vez una chica que... No, así no. Las cosas no son tan simples para ser de un cuento de hadas. Fiesta, príncipe, amanecer loco y contrato. Gracias a esos acontecimientos, la vida pacifica de Stacey Collis cambia tan drásticamente cuando con...