Entre tú y yo: Un cuento de la realeza

38.

Un año después.

Si ambas partes están destinadas a estar juntas, siempre encontraran la forma de encontrarse sin importar el lugar o el tiempo.

El tiempo.

El tiempo es algo de lo que sabemos todo y no sabemos nada, puede ser dolorosamente lento o demasiado rápido, cualquiera de esas dos alternativas nos hace querer que sea más lento o más rápido.

El tiempo también sirve para curar las heridas del pasado o para crear nuevas, ya que el tiempo no te da tiempo de sanar y mucho menos de abrirte nuevamente. A muchas personas les funciona, que el tiempo sea piadoso con ellos y haga que sanen los golpes que la vida les ha dado.

Pero a otras simplemente los deja en el mismo punto en donde todo comenzó, ejemplo, yo.

¿Qué si pude olvidar? ¿Qué si pude cerrar ciclos y abrir nuevos? Por su puesto que lo hice, pero solo lo logro mintiéndome a mí misma, porque en realidad no es así.

Apropósito, la corbata de hace tiempo, sigue ahí, en el mismo estado en que la deje cuando se la quite. Cuando esa noche fue donde ambos hicimos clic al vernos a los ojos. Cuando me quede embobada con el destellante color azul de sus ojos.

Ahora mentiría si dijera que no extraño su bella sonrisa o sus azulados ojos, o tal vez su carisma y cuando me hace enojar. Cuando sus labios tocan con firmeza los míos para marcar lo que es suyo, o lo que era suyo.

En estos momento él está en alguna parte del mundo haciendo quien sabe que con quien sabe quién, mientras yo estoy en el mismo punto donde me dejo con su simple frase de "lo siento" palabra que odio, ya que eso solo lo dice la persona para sentirse mejor consigo mismo, mientras que para la otra le funciona una mierda. La acción aun duele.

Seguiría pensando en todo esto, pero estoy de fiesta para celebrar mi nueva yo, la que bailara con desconocidos y beberá has mas no poder, todo esto con la esperanza de no despertar con él nuevamente como lo que sucedió hace un año, ahora definitivamente me fijare con quien estoy. Para que lo que paso entre él y yo quede en el pasado. Un pasado que es imposible enterrar y no se puede olvidar.

Veo a los lados para localizar a las personas con las que vine, los cuales son: Nora, Hanna, Daniel, Naím alias la jirafa y la princesa Alice no sé qué. Si, ella se unió a nuestro círculo de amistades hace un año, y la historia ahora me parece graciosa.

Flashback

-¡Eres una hija de puta!- grita Alice cuando está en la puerta de mi casa.

- Me han dicho mejores cosas y personas mejores que tú.

La veo de forma indiferente y cansada. La verdad es que ella no me interesa, no me interesa ahora que haya besado a Benjamín enfrente mía cuando estábamos en aquel almuerzo con su familia, y sinceramente lo único que me provoca es irritación mientras me grita cosas sin sentido.

-¿No te basto con meter a mi hermano al calabozo del palacio?

Ah, sí. Sebastián es su hermano gemelo, el mismo que intento asesinarme por orden de la reina, ese mismo.

Dijo que su hermano fue metido al mismo psiquiatra en donde la Reina busco a alguien que se enamorara locamente de mí y me asesinara, y por cosas de la vida tomo al hermano de Alice.

-Él intento matarme Alice- musito perdiendo la paciencia.

-¿Esa es tu excusa? Mejor dime donde esta Ben de una vez.

-Ya te lo dije, no sé dónde carajos esta. Además, yo no tengo porque decirte nada, si él se fue es su problema, yo ya no tengo nada que ver es eso.