Stacey Collis
El silencio es tan profundo que me llega doler. Él aun esta parado en el lumbral de la puerta viéndome fijamente, con esa mirada que dice tantas cosas de las cuales no quiero saber. Pero yo no era la única que sentía algo, podía verlo en muchas perspectivas de él. Su respiración cambio, la culpa se iba inundando en sus facciones y se veía el miedo de tener que hablar.
A este punto ya no sabía que pensar o decir, simplemente las fuerzas con las que logré pararme se fueron y un sin fin de preguntas empezaron a formularse en mi cabeza.
¿Por qué volvió? ¿Por qué ahora? ¿Por qué tenía que verme de esa manera?
Debería gritarle, si, eso es justo lo que debería hacer. Debería decirle todas las cosas que me pasaron por su culpa, que si no fuera por el y su estúpido contrato yo ahora llevaría una vida feliz y sin preocupación. No tendría que fingir que no me importan las miradas de las personas, que mi cara apareciera en cada revista señalando algún escandalo, tampoco que me hubiera costado trabajo encontrar una universidad donde no me juzgaran.
Pero nada, la maldita impotencia se almacena en mi interior y no me deja abrir la boca, o el menos eso pasaría si dejara que me ganara; si alguien va a decir algo esa será yo.
Así que me armó de valor y con la voz y el semblante más frío que tengo habló como si en ningún momento su presencia me afecto.
- ¿Porque?- pregunto cuando mi voz decide salir y capto la atención confundida de él- Te sientes culpable ¿verdad?
Él me mira confundido sin saber que responder o si es prudente hablar, así que continuo.
- ¿Por qué te sientes de esa manera? ¿Acaso hiciste algo malo?- provoco con un tono hiriente- ¿Te sientes culpable por haberme dejado así en el aeropuerto? Dime Ben, ¿Qué es lo que te hace sentir así?
No hay respuesta, su semblante sigue firme y su cabeza alta, pero su mirada y la culpabilidad en ella no lo deja mentir, no a mí.
- ¿O es que acaso estas sorprendido por mi corte de cabello? Lo sé, a la jirafa también le sorprendió cuando me vio así, diría que todo el mundo me preguntó si estaba "bien"- puede que mi tono de voz haya cambiado a uno sin piedad alguna, pero la verdad es que quería llorar y desaparecer de ahí, hacer que el desapareciera.
No hay respuesta, sus ojos aun siguen sobre los míos. Lo único que esta provocando es que me enoje y que las desgraciadas lagrimas quieran salir. Quería golpearlo, quería que supiera lo mucho que sufrí cuando se fue, quería que entendiera que con su partida se había llevado un pedazo de mi y que ahora estoy bien sin él, ahora todo esta bien.
- ¿No vas hablar?- pregunto enojada- Todo este tiempo y no me dices nada. En serio pensaba que ya no me podías sorprender más.
Más silencio, no habla, simplemente se queda parado ahí viéndome con esperanzas.
No, ya descubrí que es lo que intenta.
Se queda callado para que me desahogue, para que diga todo lo que tengo que decir. Esta dejando que le diga todo tipo de cosas para sanarse de la culpa y sentirse como una mejor persona.
Cuando iba a reclamarle sobre todo eso, él habla por primera vez:
- Te deje sin decir nada- empieza suave- En la mesa de noche deje el contrato cancelado.
- Para de una...
- Me aleje de ti para mantenerte a salvo.
La herida se vuelve abrir, el dolor inunda mi ser a mas no poder.
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Entre tú y yo: Un cuento de la realeza
Teen FictionHabía una vez una chica que... No, así no. Las cosas no son tan simples para ser de un cuento de hadas. Fiesta, príncipe, amanecer loco y contrato. Gracias a esos acontecimientos, la vida pacifica de Stacey Collis cambia tan drásticamente cuando con...