Entre tú y yo: Un cuento de la realeza

32.

Ben llega a donde estamos, y cuando su mirada se topa con la mía se torna en una de culpabilidad y tristeza, mientras que la mía permanece completamente inexpresiva lo cual lo daña más. Tiene que saber que ya estoy lista para escuchar la verdad de la situación.

Ben camina lentamente hacia mi, como si tuviera miedo que cualquier cosa que haga provoque que me aleje. Cundo se acerca lo suficiente, hace un gesto con la cabeza hacia Eithan, diciéndolo que necesitamos privacidad. Eithan como buena persona se aleja del lugar, no sin antes guiñarme un ojo en modo de darme fuerzas.

- Explícate- reclamo antes que cualquier cosa.

- Ella no significa nada- se apresura a decir- No es un persona relevante para mi y tampoco lo será. Mi abuela la trajo para perjudicarnos, pero no hay de que preocuparse.

- Eso no no me dice nada Ben, se que hay mas ¿Quién es ella? ¿Por qué te enojaste tanta al verla? ¿Qué hizo ella para que tu la miraras de esa manera?- doy otro paso firme hacia él- Me he ganado el derecho a una completa explicación.

Se queda callado unos segundos como si pensara bien en que decirme, y eso solo hace que mis dudas crezcan mas y mi recelo hacia la expresión dudosa de Ben se expanda. ¿Qué es lo que pasa  para se le haga tan difícil decírmelo?

- Ella fue con la que me iba a comprometer- suelta sin previo aviso y a mi se me vuelca el corazón.- Pero mi historia con Alice comienza mucho antes de que nos comprometieran. Ella fue mi novia durante un tiempo, y debo admitir que durante ese tiempo estaba enamorado de ella- Al oír cada palabra sentía como mi corazón se comprimía cada vez. 

 - Esa mujer me conquisto a tal punto que deseaba hacerla mi reina cuando  la corona pasara a mis manos, pero antes de que eso sucediera descubrí su traición. Ella en realidad no me amaba, solo deseaba tener el poder en sus manos, y que mejor manera que tener a un príncipe que era fácil de manejar.- Veo en sus ojos la tristeza y la decepción- Cuando la encontré con otro hombre en el mismo techo del palacio sentí como todo al rededor se derrumbaba. Todo lo que creí hasta ahora fue una mentira y ella gozo burlarse en mi cara. 

Puede que anteriormente haya querido golpear la cara de Ben con mi puño, pero ahora lo único que deseo es ver mi puño en la cara de Chica Perfecta, lo cual no se ve tan mal en mi imaginación.

- Ella me rogo y rogo- prosigue- Al final el aprecio que le tenia fue suficiente para que la perdonara, pero le deje en claro que el perdonarla no significaba que iba a olvidar lo que sucedió. Así que rompí el compromiso y la aleje para siempre sin decirle a nadie lo que sucedió para guardar la imagen que todos tenían de ella, eso hasta ella volvió hoy.

Ahora lo entiendo. El amor de su vida lo traiciono de la peor forma que puede existir, todo lo que  él creía fue derrumbado en un solo instante. Se podía ver en sus ojos el rencor y la tristeza guardados hasta lo profundo se su ser. Él hombre que tengo frente a mi ya no es aquel que era frío y desinteresado con todos, es alguien que a pasado por demasiadas cosas juntas.

- Ben no sabes lo mucho que aprecio que me digas esto, se que has pasado por cosas terribles... 

- Necesito decirte algo importante- dice interrumpiéndome. Su mirada cambia a una completamente seria y decidida y siento un pinchazo en mi corazón.

- ¿Qué es?- titubeo al ver sus ojos oscurecerse.

Lo veo dudar un poco pero no pierde su compostura decidida.

- Debemos separarnos.

Las palabras de Ben me caen como una cubeta de agua fría. Siento el palpitar pesado de mi corazón y las fuerzas abandonan mi cuerpo. Mi vista se vuelve borrosa y aun no puedo asimilar las duras palabras que Ben me a dado, todo mi ser es rodeado por una sola pregunta ¿Por qué? ¿Por qué cuando pensé que ya había llegado a lo profundo de él, me siento mas alejada y sola que nunca antes? Sus frías palabras sin compasión alguna resuenan una y otra vez en mi cabeza a tal punto que quiero simplemente desaparecer.