Entre tú y yo: Un cuento de la realeza

34.

No termine de escuchar la noticia, inmediatamente salí corriendo del aeropuerto con el corazón en las manos y el sentimiento de que algo le haya pasado a Eithan por mi causa me consumía. Estaba tan concentrada en recuperar a Ben que el pensamiento de que Eithan también venia a ayudarme se esfumo.

Mis lagrimas se detuvieron, no era momento de pensar en Ben, tenia que enfocarme en que Eithan estuviera bien.

Él va estar bien, ¡Tiene que estarlo!

No puedo arriesgarme a perder a una de las mejores personas que han pisado la tierra, alguien de tan noble corazón y que siempre te levante el humor cuando estas de la mierda, ese es Eithan. El caballero de brillante armadura que me ayuda sin importar cuan patética me vea. Alguien que sin importar cuan herido este por dentro, siempre trata la manera de sonreír y hacerte sonreír.

Estaciono donde puedo cuando llego al hospital, salgo disparada hacia adentro y pregunto en recepción en donde se encuentra.

La mujer al verme me reconoce al instante y me indica que Eithan se encuentra en sala de operaciones. Aparentemente estaba herido en la mayor parte del cuerpo, además de una fuerte contusión en la cabeza que tendría que ser atendida inmediatamente. 

Trato de oír atentamente lo que la mujer dice, pero mi mente no se encuentra aquí. Siento como mil rayos me golpearan a la vez, como si mi cabeza está apuntó de estallar por las diversas situaciones que se me vinieron encima en un solo día.

Quiero llorar, desahogarme de todo, gritar aunque no haya nadie quien me escuche. Todo lo que he pasado hasta ahora a sido por amor, porque desde que acepte el contrato que Ben me dio mi vida a cambiado, y no sólo por el hecho que me involucre más en la vida de la familia real, sino que salí completamente enamorada aun sabiendo que hacerlo significaría mi total perdición, pero también mi más grande tesoro.

Espere un par de horas a que me dieran información de como se encuentra Eithan, mientras tanto trato de no pensar en la imagen de Ben subiendo al avión con una mirada hiriente y  como si fuera un cuerpo sin alma, como un simple cascaron vació que espera ser llenado, pero hagas lo que hagas él no dejara que llenes su vació.

- ¿Señorita Collins?- pregunta una voz haciéndome sorprender.

En todo el tiempo que estuve esperando por Eithan, no se ha presentando la Reina o un miembro del palacio para averiguar el estado del príncipe, así que por eso soy la única a la que el doctor puede dar la información.

- Soy yo ¿Cómo esta el príncipe Eithan?- pregunto preocupada.

El doctor me ve dudoso pero responde amablemente a mi pregunta.

- El príncipe Eithan esta estable, tuvimos que hacer cirugía en la zona del abdomen ya que un vidrio de gran magnitud se encontraba estancado ahí, pero no perforo ningún órgano así que la operación fue exitosa.

Dejo salir un suspiro de alivio al escuchar las palabras del doctor, pero no ha terminado.

- En el caso de la cabeza, tuvo un fuerte golpe en la zona occipital del cráneo, provocando una contusión leve pero que debía ser atendida, a acusa de eso, probablemente no despierte durante unas semanas, pero su recuperación será exitosa.

Al oír eso mi preocupación sale nuevamente a la luz, pero no la suficiente como par opacar el alivio de que Eithan este bien.

- Se lo agradezco mucho doctor.

Quería verlo, pero no estaba segura si era lo mejor ya que acababa de salir de operación, pero tampoco quería esperar semanas para verlo.

- ¿Quiere pasar a verlo?- pregunta curioso el doctor como si leyera mis pensamientos.